Acontecimiento histórico
Desde el pasado 11 de octubre hasta el 24 de noviembre de 2013 se celebra el Año de la fe. Lo convocó el ahora Papa emérito, Benedicto XVI, en su carta apostólica Porta fidei, en la que hace una llamada a los hijos de la Iglesia a tomar conciencia viva y consecuente de la fe, un don de Dios que da una tercera dimensión a la existencia.
Desde que empezó el Año de la fe hasta hoy, unos 4,3 millones de peregrinos han participado en los eventos especiales programados en el Vaticano. El próximo domingo 2 de junio, entre las 5 y las 6 de la tarde, tendrá lugar un acto muy especial. Tan especial que se puede calificar de acontecimiento histórico: católicos de todo el mundo rezarán y adorarán al mismo tiempo. El punto central será la basílica de San Pedro y las catedrales de todo el mundo –también la de Oviedo– se unirán a la oración del Papa Francisco.
Subtítulo: La catedral de Oviedo se unirá el domingo a la oración del Papa
El acto será sencillo, no habrá discurso ni homilía del Papa, pero el Vaticano ofrecerá imágenes de la basílica de San Pedro y conectará con países de todo el mundo: en México serán las 10 de la mañana, en Islandia las 3 de la tarde, en Corea y Japón entrada la medianoche, en Papúa Nueva Guinea la 1 de la madrugada, en Honolulu serán las 5 de la mañana y en Oviedo las 5 de la tarde. Pero en todos los lugares se rezará unidos al Papa.
Se ve que el Papa Francisco es un convencido de que la oración para los cristianos es omnipotente. Ya lo manifestó en su primer saludo desde el balcón central de la Basílica Vaticana el pasado 13 de marzo: “Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro –nos decía–. Recemos por todo el mundo para que haya una gran fraternidad”.
El Año de la fe es un momento importante para la historia de la Iglesia, y las distintas iniciativas que surgen excelentes ocasiones para que muchos cristianos corrientes muestren en el día a día la firmeza de sus principios. Cristianos que quizá se han quedado sin trabajo o se ganan el pan con el sudor de su frente en la industria del metal o del carbón, en el campo o en la mar, en la enseñanza o en los servicios, en las leyes o en la empresa y, porque son honrados, también en la política. Ojalá fuera así. Porque esta sociedad no la cambian los gobiernos sino las personas siendo buenas y mejorando su entorno. El mensaje del evangelio, hecho vida en ciudadanos anónimos, puede cambiar y hacer mejor el mundo que nos rodea.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo