¡Bebamos como diputados,España invita!
La publicación hace unos días del pliego de condiciones para la concesión del servicio de restauración en el Congreso de los Diputados, ha vuelto a resucitar la eterna polémica de las canonjías y momios de que disfrutan los políticos españoles. Como en esta ocasión el documento especifica todas las tarifas vigentes durante los cuatro años de duración del contrato, no hay lugar para la duda. Los depositarios de la soberanía popular podrán comenzar la jornada desayunando por 1,05 (0,85 solo café). Si les entra el gusanillo a media mañana, un cruasán a 0,90 puede ayudar hasta la hora de la comida por 9 euros. Y, como es bien sabido, un trago posteriormente puede contribuir a una feliz digestión: un Torres 10 Gran Reserva saldrá por 3,7o; y los mayores que les guste un poco más dulce pueden recurrir al licor Calisay por 2,30.
Como era de prever, las primeras en reaccionar ante la escandalera que se ha organizado en las redes sociales han sido las formaciones sin representación en la Mesa del Congreso, que es el órgano que ha aprobado el pliego de condiciones. Así, IU y UPyD han propuesto que las bebidas alcohólicas queden excluidas de los precios de ganga. La líder "magenta", Rosa Díez, exige que "el alcohol no tenga ni un çéntimo de subvención", y ha anunciado que estudiarán el documento para ver qué se puede hacer. Un tanto más allá ha ido José Luis Centella, portavoz parlamentario de Izquierda Unida, que pide que se acabe con el "trato de favor". "No tiene lógica, añadió, que los precios de la cafetería del Congreso sean diferentes".
Diferente es la opinión que ofrecen los partidos que integran la Mesa. Su presidente Jesús Posada (PP), aboga por mantener el régimen de precios limitados de toda la vida porque siempre "ha funcionado bien". Más entusiasta ha sido la diputada de CIU Montserrat Surroca defendiendo al gremio --"aquí no venimos a tomarnos gin-tonics. Estamos trabajando duro"--, y de paso ha recordado que hay mucho más personal en las Cortes, que deber de ser los que beben. Hale, balones fuera.
La empresa que se haga con la licitación, aparte del dinero que cobre por las consumiciones, ingresará automáticamente para todo el periodo, es decir, de noviembre 2.013 a diciembre de 2.017, la cantidad de 4.287.500 euros más IVA. Estos son los fondos públicos que la Cámara Baja ha decidido destinar para que los precios de su cafetería sean más bajos que los que puedan encontrarse en el resto de los establecimientos de la capital.
Como se puede observar, todo un abrevadero de lujo que, en caso de abrir sus puertas al público con semejante relación calidad-precio, sin duda sufriría la invasión de infinidad de ciudadanos. Riámonos de las convocatorias de asedio al Congreso el pasado 25 de Abril. Con los cubatas a menos de cuatro euros, ni todo el cuerpo de antidisturbios, armados hasta los dientes, podría frenar el asalto de multitud de españoles sedientos, que elegirían tan representativo local para saciar su sed. y hasta para celebrar bodas y comuniones.
Mientras nos siguen chuleando como nunca con impuestos y recortes cuando nos enteramos que sus señorías disfrutan en el bar del Congreso de los gin-tonics de Larios a 3,45 euros, por no enumerar una amplia gama de licores a precios de taberna de pueblo de hace varias décadas.
No, amigos no, los cubatas baratos ya no se expenden solo en los chigres de las remotas aldeas del país. Están en el centro de Madrid, en la mismísima Carrera de San Jerónimo.
Podré ser tachado de demagogo, pero ahora sí que encuentro sentido a los escraches populares ante la sede parlamentaria si el objetivo es tomar por las bravas la tasca de lujo del Congreso de los Diputados.
Señor Posada, presidente de la Cámara, permítame una observación, los gin-tonics de ginebra a 3,45 euros, además de darnos mucha envidia a los que no podemos visitar el bar de las Cortes, nos van a poner del hígado.
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