Wert y las becas
El pasado martes 18 el ministro Wert tuvo que defender en el Senado sus medidas de racionalización en la asignación de becas a estudiantes universitarios, defensa en pugna con los senadores de la cada vez más desnortada izquierda. Vistas en la prensa las justificaciones del Ministro y las objeciones de la izquierda, quiero expresar en estas líneas mi apoyo al Ministro por estar de acuerdo con sus razones, más que nada como trabajador que soy y que, como tal, considero mis intereses en este caso defendidos por el ministro de la derecha, y porque considero que son razones de sentido común, tan necesario en estos momentos.
Creo que en esto de las becas no deberíamos de perder nunca de vista (como en muchas otras cosas) tres aspectos. Si así lo hiciéramos, la situación del país saldría rápidamente del marasmo en el que está, hundido en todos sus aspectos, arrastrados por demagogias de todo tipo. Los tres aspectos son:
1.º- Quién paga las becas.
2.º- Por qué se pagan.
3.º- A quién se pagan.
Respecto al primero, las becas las pagan los que pagan los impuestos, que en España son los trabajadores exclusivamente (sin que esta izquierda tan ruidosa en tantas tonterías y demagogias haga nunca nada en el sentido de pedir y promover el repartir un poco más esta carga con otros sectores sociales). Se pagan en base a IVA, a IRPF, copagos repetidos, céntimos sanitarios, tasas de todo tipo y en base a una deuda del Estado que crece sin parar y que conlleva la bajada drástica y continua de las pensiones de los trabajadores para poder devolverla. Trabajadores en su mayoría mileuristas y con muchas dificultades económicas en sus familias.
Respecto al segundo, se pagan para que puedan obtener un título universitario, sin poner un céntimo, pagan los trabajadores, un sinnúmero de jóvenes que en gran parte van a acabar trabajando, una vez obtenido el título, de reponedores en supermercados o trabajo similar, o en el mejor de los casos de becarios en una Administración pública hipertrofiada, en el país europeo con mayor proporción de titulados universitarios y con mayor cantidad de estos titulados trabajando en cosas que no tienen nada que ver con su formación, porque no hay, ni de lejos, ni en la sociedad española ni en ninguna otra, puestos de universitarios para tantos. Es decir, en cualquier caso tantas becas no obedecen a ningún plan necesario de conseguir superar un déficit de profesionales en la sociedad española que sean imprescindibles para el desarrollo del país.
Respecto al tercero, según leo en las noticias, se pagan en muchos casos a jóvenes que no parecen poner mucho entusiasmo en aprovecharlas ni tener la más mínima conciencia del enorme esfuerzo que hacen los trabajadores para pagárselas, sólo exigiendo y exigiendo jaleados por la demagogia, y sin mucha conciencia de responsabilidad y aprovechamiento y esfuerzo, provocando sobrecostes sin sentido y acabando al fin, tras excesivos años, sacando unos títulos con una formación tan deficiente que todo ha sido dinero tirado.
Por todo esto estoy con Wert en este tema. No se trata de suprimir las becas, ni muchos menos, pero al menos en estos tiempos de recorte para todos, en general en cosas necesarias y justas, ajustar un poco también en esta situación despendolada de las becas, y controlar un poco, exigir ganárselas con un mínimo de rendimiento, por respeto a los que las pagan. La crisis debe de servir, al menos, para controlar el descontrol que hay en todo, tras los años de Zapatero, a ver si enderezando algo tanto torcimiento se sale de ésta con el esfuerzo de todos, y también, imprescindible, con algo de cabeza.
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