De sumilleres, cofradías y otras circunstancias
La sumillería, esa forma de conocer un vino, saborearlo y sacarle toda su esencia organoléptica, está tomando cuerpo en nuestra región. Cada vez son más los profesionales de la hostelería que se animan a formarse adecuadamente para estar al día en el mundo de los vinos, en ese paraíso complejo de la enología que está arrastrando a los exigentes y no tan exigentes comensales que les agrada que un experto les aconseje a la hora de disfrutar de un caldo de las diferentes denominaciones de origen españolas o de países con historia vinícola. Y Asturias está a la cabeza en especialistas vinícolas con una asociación modélica, encabezada por su presidente, el langreano, felguerino para más señas, Ceferino Cimadevilla Alonso. Son muchos años orientando y explicando, con la paciencia del buen docente, la importancia de saber elegir un excelente vino, una óptima añada. Y el sector hostelero y aficionados de nivel siguen los dictados que el maestro Ceferino expone para entrar en la historia, en el cultivo y en las variedades de uva, amén de la vendimia, la maduración, los tratamientos mecánicos, la vinificación y la crianza y envejecimiento. Toda una enciclopedia directa y práctica que junto a viajes a bodegas y encuentros con otros colectivos del ramo añade sapiencia y doctorado a los amantes del examen olfativo y gustativo.
Subtítulo: Asturias está a la cabeza de los especialistas vinícolas
Destacado: Está en estudio que Pola de Laviana acoja uno de los encuentros sociales y festivos de la Federación de Cofradias Asturianas
Y en todo este conglomerado, días pasados una representación de sumilleres asturianos se acercó a los entornos de Mendavia en la Rioja Navarra para adentrarse en uno de los ejemplos bodegueros nacionales como fue la propiedad Barón de Ley. Monasterio, cavas, bodegas y hectáreas de viñedos para exposición de los expertos catadores. Una manera sencilla y con la realidad vinícola próxima de conocer mejor todo el proceso de elaboración de un vino selecto y bien tratado. Y después en el Museo de la Cultura del Vino, Dinastía Vivanco, en el pueblo medieval de Briones, el vino como esencia de la civilización y el disfrute del silencio de la bodega significó el cierre de una clase viajera y enriquecedora para estar al día en ese campo enológico y de ánimo hostelero.
Y junto a los sumilleres están los representantes de las cofradías culturales y gastronómicas que suelen coincidir en muchas actividades donde la gastronomía y el vino se enganchan. Y así sucedió estos días en la feria Medivinia en Medina del Campo, donde el vino de Rueda fue el protagonista de una jornada henchida de conocimiento y amistad. Y allí estaban cofradías asturianas como los Amigos de los Quesos, el Colesterol, La Pegarata y el colectivo de periodistas de turismo (ASPET), junto con OSPEA, la organización suprarregional de las Pymes del Eje Atlántico y su presidente, Joaquín Vicente Núñez. Y entre ambiente de bodegueros, catadores, periodistas gastronómicos y con el patrocinio de la revista ARGI de Castilla y León se habló y se debatió sobre uno de los blancos más atractivos de España. Ese Rueda de sabores infinitos y aromas florales. Y en ese recorrido de contactos también se proyectó la idea de celebrar en Pola de Laviana uno de los encuentros sociales y festivos de la Federación de Cofradías Asturianas, siendo, en buena lógica, la Sociedad Cultural y Gastronómica La Pegarata la anfitriona de un acto que serviría para refrendar a esta agrupación como portadora y valedora de los intereses naturales, culturales y culinarios del alto Nalón. Todos asintieron felizmente a esta propuesta. Y las circunstancias de los sumilleres y las cofradías están presididas por el amor a las cosas de Asturias y su promoción, junto a la motivación en el conocimiento de nuestra cultura enogastronómica, que es mucha, diversa y preñada de indiscutible calidad.
Carlos Cuesta, presidente de la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo (ASPET).
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