A un gran amigo
Me dirijo a un gran amigo y, cómo no, a toda su familia, ya que se encuentra en un punto totalmente roto por un fatal fallecimiento de una gran persona, que no era otra que Manuel Magadán Magadán. Desde luego pocas palabras quedan en el tintero para añadir, pero me tomaré la libertad de sumar alguna más. Quiero que tus grandes amistades y cómo no tu extensa familia, que te querían mucho todos, pero no dudes, querido amigo Manuel Magadán, como te llamábamos todos los amigos Manolo a secas.
Como siempre yo te trataba quiero que sepas desde el más allá que está haciendo este escrito te he querido y te seguiré queriendo toda mi vida hasta que llegue el día final, como por desgracia te pasó a ti, querido amigo, qué duda cabe que todos hemos hecho lo que hemos podido siendo el tiempo perdido y el desenlace fatal sin más mención que decirte me has dejado una gran pena en el corazón roto ya.
Por otro lado no puedo terminar sin mencionar a alguien que te querrá mucho y le has tratado muy bien siempre, que no es otra que Yolanda García Cobo, ella también te quería mucho a ti, te lo digo yo, querido Manolo Magadán, porque me lo decía a mí personalmente en varias ocasiones, así que querido Manolo no has dejado en mi seno familiar un amigo sino dos que te queríamos mucho y te seguiremos queriendo siempre.
Un beso de despedida de todo corazón.
Sergio Dorado Pérez, Oviedo
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