Respecto a las visitas escolares a las fortificaciones de Las Matas
La publicidad de la visita escolar de un grupo de 45 alumnos de segundo de Bachillerato del IES Aramo al conjunto de Las Matas parece haber tenido consecuencias negativas sobre la accesibilidad a un conjunto único para su explotación didáctica, en el estudio de la Guerra Civil.
Ya en el último trimestre del curso 2007-2008, el profesor firmante realizó una visita escolar al conjunto, con un grupo de alumnos del IES Aramo, visita que se repitió en abril de 2009.
Estas excursiones se enmarcan en el programa «Apertura de centros», «Conocimiento histórico del entorno», por lo que se realizan para toda la comunidad escolar (alumnos, familiares, profesorado, personal no docente) y en horas no lectivas; viernes tarde, sábados... o en este caso, domingo por la mañana.
La visita a Las Matas fue la octava y última excursión del programa del curso 2008-09, que abarcó destinos muy significativos para la historia como la cueva del Pindal, el dolmen de Santa Cruz, Las Médulas, Valdediós, Avilés, León, ruta urbana por Oviedo... Dentro de la valoración que de forma anónima hacen los alumnos de las actividades, la excursión a Las Matas es la más valorada, por lo que sorprende a los alumnos el ser históricamente lo más cercano, la visita a unas trincheras de verdad, el desconocimiento sobre su existencia...
La visita pretende acercar a un escenario de la Guerra Civil y desde un emplazamiento estratégico, explicar el cerco de Oviedo (julio 1936-octubre 1937), las vistas de la ciudad, y su entorno, permiten identificar casi todos los puntos de defensa de Aranda, y las ofensivas republicanas, y unos folios con planos y explicaciones permiten a los participantes conocer las trágicas circunstancias por las que pasó nuestra región durante la guerra civil.
Un dato que no escapa a todos los participantes es que la posible urbanización de la zona pondrá en peligro (y quizá haga desaparecer) ese conjunto único donde, como si el tiempo se hubiera detenido, podemos recorrer pasillos y posiciones donde combatientes de hace más de 70 años sufrieron un enfrentamiento incivil.
Lamento que el conocimiento público de estas visitas no haya redundado en un interés por la posible adecuación y conservación del conjunto, sino lo contrario: su cierre.
Con todo, si se consuma el cierre definitivo y la urbanización, al menos unos alumnos podrán recordar en el futuro la existencia de ese conjunto singular, que no malbarató el tiempo, sino la falta de voluntad para su conservación como testimonio histórico de unos hechos decisivos de nuestra historia contemporánea.
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