Por otro camino
Nos hemos vaciado de nosotros mismos y todo lo medimos con dinero. Su excelencia Don Dinero es el peor virus de nuestro tiempo. Se han saqueado las arcas públicas a sacos llenos. El poder se ha corrompido y nuestra sociedad está herida de muerte. La impunidad y la inmoralidad campan a sus anchas.
Unos niños en Talavera de la Reina son separados de sus padres, por estar éstos en la nada económica más absoluta y por andar de puerta en puerta por los servicios sociales.
Al mismo tiempo y en el mismo país, unos adultos manejan con sutiles hilos y tramas, enormes cantidades de dinero de todos nosotros, de paraíso en paraíso por el mundo entero.
Conocemos sólo algunos casos, pero ¿cuántos habrá que no lleguen a descubrirse y no salgan a la luz? ¿o que consigan taparlos?
No vamos por buen camino. Y qué esperar de los políticos actuales... lo único coherente oído en mucho tiempo a alguno de ellos ha sido a la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga: «Mientras unos íbamos temblando a los plenos, otros estaban en política para otras cosas». Desde aquí mi apoyo por esa voz en el desierto, por llamar a las cosas por su nombre, ya se nos había olvidado.
¿Qué es lo que nos queda? ¿Dónde escarbamos? ¿Dónde buscamos? En nosotros mismos. Somos mucho más que seres vivos intentando aprovecharse unos de otros. Somos seres humanos. Somos personas. Tenemos sentimientos. Busquemos en nuestro interior y encontraremos las herramientas para sobrevivir: pensar, reflexionar, escuchar, exponer, analizar, controlar, comprender, participar, consensuar, exigir, empatizar.... en definitiva, desarrollar desde dentro nuestras potencialidades y nuestra creatividad, con dignidad, honestidad y generosidad.
A ver si así, empezando desde dentro, encontramos otro tipo de riqueza y nos encaminamos hacia una sociedad democrática.
María del Carmen García Fernández
Tol (Castropol)
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