Abrumado en Oviedo por Xagó, la playa de mí pueblo
La canción del verano en Oviedo, al menos para mí, es ¿qué pasa en Xagó, la playa de tu pueblo?. La pregunta surge en cualquier calle de la ciudad y de tanto oírla es como la música pegadiza de verano que oyes en cada chiringuito y termina abrumándote.
Lo que ocurre con esta playa de la parroquia de Laviana (Gozón), donde nací y pasé una infancia que repetiría mil veces , es que desde principio de este mes quienes quieran acceder al arenal deben pagar dos euros sin derecho a nada. Sucede que unos señores, contra los que no tengo absolutamente nada, controlan las dos entradas a la playa y te obligan a abonar un dinerito a cambio de una papela mal impresa. Entras hacía los aparcamientos y es muy posible que quiénes lo hagan se vean obligados a dar la vuelta porque no tiene donde dejar el vehículo. Luego, argumentan los usuarios, nos cobran por entrar.
Bien distinto sería si cuando se accede a la explanada o a la arbolada los operarios le indicasen donde tiene sitio para aparcar y una vez realizada la maniobra abonar los dos euros, como ocurre en otras muchas zonas de España. De lo que no cabe ninguna duda es de que el Ayuntamiento está recaudando dinero cobrando al ciudadano por entrar en un espacio público y abierto, lo que no parece lícito y mucho menos legítimo, porque ya se pagan bastantes impuestos y con importantes incrementos anuales.
Del estado de la playa y los servicios que tiene poco puedo decir que no se sepa. En las páginas de este diario se han publicado excelentes reportajes con amplio apoyo fotográfico que hablan por sí solas de los magníficos baños y duchas de años atrás, construidos con fondos europeos, y totalmente en ruinas por la dejadez de vaya usted a saber quién.
Subtítulo: Pagar dos euros por derecho a nada
Destacado:Los partidos políticos que están permitiendo este atropello deben actuar con rapidez bajo la premisa de que la democracia no es el silencio
La zona protegida gracias a las ayudas económicas llegadas de Bruselas también están camino de la desaparición, dunas incluidas y de las que tanto se habló como únicas en España. Fue mucho el dinero invertido para que la playa de Xagó estuviera a la altura de la circunstancias, pero no ha servido para nada porque ahora está hecha unos zorros.
Habría que hacer una amplia investigación de lo que ha ocurrido, porque temo que haya más de una irregularidad similar a las que están ahora en las portadas de todos los periódicos prácticamente a diario.
La solución a este problema no sólo está en manos del alcalde de Gozón, sino en los grupos municipales que sustentan con sus votos la alcaldía sin tener en cuenta que algunos políticos a los que encumbran no quieren ser útiles para el bienestar y la mejora del concejo, sino importantes para la apariencia social y la avaricia económica. Los partidos políticos que están permitiendo este atropello deben actuar con rapidez bajo la premisa de que la democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos.
No me cabe ninguna duda de que la solución es sencilla y de rápida ejecución.
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