Hedrada, en Teverga, ha dejado de ser un pueblo tranquilo
Quisiera que mi pueblo no fuera conocido por lo que cuento a continuación.
De ser un pueblín tranquilo, sin otro atractivo que lo que la naturaleza le dio, que ya es bastante, desde hace unos años se convirtió en paso de transporte de madera, cruzando el pueblo por delante de las viviendas, que vibran al paso de estos enormes vehículos pesados, que con el tiempo, ya se verá, se vienen abajo y luego dicen que como eran casas viejas... arréglatelas como puedas.
No pasa mucho tiempo y ya los tenemos de nuevo: mayo, junio, julio... y siguen los destrozos. Basta ver cómo está la carretera Hedrada-Entrago, plagada de baches. A la salida del pueblo una vecina dice que delante de su vivienda se forman verdaderos barrizales y que ya no se puede soportar más.
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