Con las últimas fuerzas que me quedan
Hoy escribo esta carta con las últimas fuerzas que me quedan tras un duro año de trabajo.
Creíamos que era la recta final, que apenas faltaban unos días para nuestro tan merecido descanso, y nos encontramos con una nueva lucha: evitar que unas once personas de las que trabajamos en las escuelas de 0 a 3 años del concejo de Oviedo se vayan de vacaciones permanentes (lo mismo que seguro les estará ocurriendo a otras de nuestras compañeras de otros concejos).
Esta carta va dirigida en primer lugar a ustedes, políticos, que con tanto empeño creasteis una red de escuelas infantiles, y ahora que el trabajo más duro ya está hecho, ahora que la inversión mayor ya se ha realizado, ahora que solo queda tirar hacia adelante, las queréis dejar cojas, cojas de lo más importante, de aquellas personas, las únicas, que trabajamos directamente con los pequeños y pequeñas, de aquellas personas que somos capaces de empatizar con ellos hasta tal punto que sus desgracias son nuestras desgracias y sus logros nuestros logros. De aquellas personas que cuando las cosas se ponen feas seguimos hacía adelante sufriendo en silencio, como una madre abnegada.
En segundo lugar esta carta va dirigida a las personas que lleváis las direcciones de las escuelas. Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que las cosas no pintaban bien para vosotros y vosotras, y estuvimos a vuestro lado, apoyándoos, como lo hacen los compañeros y compañeras de verdad. A vosotras, solo quiero deciros que es vuestro turno, esperamos sepáis ser nuestras compañeras también, pues el trabajo que hacemos mejor que nadie lo sabéis.
En tercer lugar va dirigida a vosotras, familias, vuestros pequeños tesoros no estarán tan bien guardados si permitís que estos recortes se lleven a cabo. En vuestro caso solo estaríais defendiendo lo que vuestros hijos e hijas se merecen, una educación de calidad.
Esta carta va dirigida a nuestros pequeños y pequeñas, para que a través de ella sepan que sus educadoras haremos lo posible y lo imposible, como siempre venimos haciendo, para que esta despedida veraniega no sea un adiós definitivo, sino un hasta luego.
Y por último, a mis compañeras y compañeros, solo deseo decirles que ahora más que nunca es importante estar unidos, nunca restar, siempre sumar, y que espero encontraros a todos y todas en vuestras aulas después de las vacaciones sufriendo el tan temido periodo de adaptación.
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