Con la educación no se juega
Señora consejera de Educación, Ana González:
Soy una mamá que, como tantas, se reincorporó al mundo laboral cuando su bebé tenía seis meses. Tanto el papá como yo lo tuvimos siempre claro: «Irá a la escuela infantil pública», y así fue. Hace escasos días terminó su segundo curso en la E.E.I. Colloto y el curso que viene asistirá al aula de 2-3 años.
Estoy encantada tanto con los cuidados como con la educación que está recibiendo mi hijo, pero no puedo decir lo mismo respecto al trato que se le da desde las administraciones.
Señores políticos: mi hijo no es un número, es un niño pequeño y, como tal, tiene sus derechos. Con los nuevos recortes (déjense de demagogias, que no es ningún «ajuste», es tijeretazo puro y duro) me temo que no se van a cumplir. Dicen que se cumplen las ratios, que habrá un apoyo por cada tres unidades... ¿usted ha visto alguna vez a 13 niños/as de 1 a 2? ¿cómo pretende que se arregle la educadora para cambiar un pañal, mientras otro se duerme y otro llora porque le han quitado un juguete, y otro intenta trepar a la mesa mientras otro muerde a un compañero y otro corre como pollo sin cabeza con los ojos cerrados?... ¿Usted cree que una sola educadora, con un apoyo que poco tiempo podrá estar con ella, puede garantizar unos cuidados asistenciales adecuados? ¿Usted cree que la educadora puede garantizarnos la seguridad y bienestar de nuestros hijos en estas condiciones? Ya no hablemos de cómo podría desarrollar su labor educativa y realizar las actividades... Permítanme recordarles que aparte de la conciliación familiar y laboral (objetivo importantísimo, pero no único) los padres llevamos a nuestros hijos a escuelas infantiles, no guarderías, no ludotecas... pagamos por un servicio tanto asistencial como educativo y exigimos que sea de calidad.
No dicen en sus explicaciones nada que responda a las preguntas que le he planteado, no dicen que la mayoría de las educadoras están a media jornada mientras la mayoría de los niños asisten a jornada completa, no dicen que la matrícula en estas escuelas está abierta durante todo el curso, ni dicen que ya se han recibido más solicitudes fuera de plazo.... Insisten en que ha bajado la matriculación (siendo mentira), insisten en que se cumple la ratio de niños por aula y dicen que habrá una educadora de apoyo cada tres unidades (cuando para bien ser debería haber dos educadoras a jornada completa por aula o, como mínimo, una completa y una media jornada por aula). Y ya, exponiendo esto, le hago la última pregunta, señora consejera.:
¿Usted se cree que con esto nos deja contentos y satisfechos a los padres? ¿En serio? ¿Tan poco cree que nos importa la educación de nuestros hijos?
Replantéense esto, señores, replantéenselo seriamente, que parece mentira que les tenga que recordar que estamos hablando de lo más importante que los padres tenemos en nuestras vidas y ofende, hiere y da rabia que ni siquiera se les pase por la cabeza que nos vayamos a conformar con «aparcarlos» ahí mientras trabajamos.
Mucho ánimo y todo nuestro apoyo al maravilloso personal de todas las escuelas infantiles municipales de Oviedo, que realizan una labor tan sensacional como poco reconocida con la mejor de sus sonrisas siempre. Y en especial a la escuelina de Colloto, donde tan maravillosamente bien están educando a Alex.
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