Víctor Alperi
Su candidatura ha sido presentada para el premio «Príncipe de Asturias» de las Letras 2013, lo que supone un orgullo y una satisfacción para nuestra comunidad, muy particularmente para la villa mierense de Teodoro Cuesta, que lo vio nacer. Una villa, la de Mieres, tan pródiga y rica en lo intelectual, y en la que se inició literariamente este fecundo escritor y amigo. Mieres ha sido el yunque en el que inició su narrativa, rematada luego en la ciudad marinera de Jovellanos, ancla y puerto final de su vida literaria. Que ha sido rica y pródiga, extensa, dejando tras de sí un legado que bien merece ese premio, al que es candidato por primera vez un asturiano. Y que respaldan, primeramente, entidades del Principado, verbigracia, el Ateneo Jovellanos, la Fundación Ateneísta de Asturias, Ediciones KRK y Fundación Dolores Medio. Ese respaldo lo hacen suyo, foráneamente, el departamento español y portugués de la Universidad Boulder de Colorado, la Universidad Temple de Filadelfia, la Society of Spanish and Spanish-American de EE UU, el Anuario Valle-Inclán y la Asociación Colegial de Escritores de España, de la que es delegado en Asturias Víctor Alperi. No cabe duda que éste es un buen respaldo para un buen escritor.
Víctor Alperi es hoy una personalidad en el campo de la narrativa, la novela, que es lo suyo (y suyos son también cuatro ensayos y cinco libros de viajes, documentados y de un gran interés), en la que plantó su primer mojón con el relato titulado «Como el viento», 1957. Entre ésta y su última novela publicada, «El destino no estaba en las cartas», 2006, hay una rica producción de diecisiete obras, a la cual mejor, como, por ejemplo, «La batalla de aquel general», 1966, novela, favorita de quien esto comenta, que hoy se congratula de que tan estimado amigo y compañero sea propuesto para el premio «Príncipe de Asturias» de las Letras. Galardón que si le es concedido a Víctor Alperi, como deseamos y esperamos los suyos, puede ser motivo para que nuestra Asociación Colegial de Escritores convoque un nuevo encuentro como aquel otro, inolvidable, celebrado en Oviedo en 1983, liderado por Ángel María de Lera, fundador y presidente entonces de dicha asociación. Bueno, aquí dejamos esta idea.
Y al filo de los recuerdos, querido Víctor, un fuerte abrazo.
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