Así no se hace un Oviedo sólido
Cuando parecía que esta temporada iba a ser tranquila en cuanto a la institución, a la vista de los acontecimientos puede ser la más tormentosa de las últimas once en que nuestro «Oviedín» fue gestionado (es un decir) por trepas, advenedizos, ineptos o volubles que se van pero se quedan. Que se quedan pero amenazan con irse pero no se van.
En fin, que nuestro Real Oviedo no levanta cabeza y está a un empujón, no muy grande, de desaparecer.
Por ello, al consejo que salga elegido le pido que tenga serenidad y no pretenda subir a Primera sin pasar por Segunda A. Cambiando de futbolistas cada temporada, pero con la misma filosofía de fichar jugadores veteranos que están de vuelta y sólo aspiran a seguir chupando de la piragua un poco más, no formaremos un equipo sólido.
Mi idea para terminar con este viaje a ninguna parte es simple y, con imaginación, también sencilla. Porque se trata de que la plantilla del Real Oviedo, en cualquier categoría menos en Primera, esté compuesta obligatoriamente por un mínimo de quince jugadores asturianos, con la excepción de quien se formara en nuestra comunidad desde cadete.
Se preguntarán: ¿y con esta norma obligatoria se salvaría el Real Oviedo? Estoy seguro. Es más, si se aplica por persona o personas conocedoras del fútbol, en cinco años estaremos en Primera División.
Y si alguien no ha reparado en ello, les participo que en el último ciclo de trece temporadas seguidas en Primera (1988-89 a 2000-01) en su primer año el Real Oviedo, de veinticuatro jugadores en plantilla doce eran asturianos y, de éstos, siete habitualmente titulares. En la temporada del descenso a Segunda el Real Oviedo tenía en plantilla veintiocho futbolistas, de los que sólo siete eran asturianos, de los cuales tres jugaban habitualmente.
Reflexionen sobre estos sencillos datos y obren en consecuencia. Si formamos un equipo con quince o más Cerveros, otro gallo nos cantará. Y a propósito: gracias, Diego. Te las da de corazón el socio número 103, que desde 1948 hasta 2013 vio en el Real Oviedo jugar a extraordinarios futbolistas; pero que demostraran la garra, el pundonor y el amor a los colores azules hay dos por encima de los demás: Toni Cuervo y Cervero.
Saludo a la familia oviedista, en especial a los jóvenes.
¡Hala, Oviedo!
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