Cuántos le querían
Ante la muerte de mi marido, Pepe, de Cafés El Globo, quiero expresar mi gratitud al Centro Médico de Asturias, a los doctores Valle y Llosa, y a todo su equipo. Gracias a toda la planta de cardiología, pero sobre todo me quito el sombrero ante todo el personal de la UCI, médicos, enfermeras, auxiliares y celadores, que tanto trabajaron para sacarlo adelante y que cuando ya creían que estaba fuera de peligro se llevaron la mayor de las sorpresas. Yo sé que quedaron impactados, no pudo ser, Dios lo quiso así.
Doy también las gracias a todas las personas que nos mostraron sus condolencias, en un día tan triste para mis hijos, mis nietos y para mí, y al mismo tiempo es una satisfacción saber que tanta gente quería a mi marido: amigos, clientes, torrefactores de Asturias y España, empresarios (incluso aquellos con los que no teníamos trato), asociaciones...
En una ocasión, hace años, el padre de un político asturiano coincidió en un hospital con mi marido y lo calificó tal como era; le dijo: «José, es usted un señor, un caballero, pero sobre todo es usted "un gran paisano"».
Para todos, mi aprecio y mi respeto.
M.ª Soledad Rodríguez, viuda de Pepe, el de El Globo
Salas
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