Gibraltar falta al respeto

De nuevo Gibraltar está en el candelero y quiero aprovechar esta pequeña crisis para reflexionar sobre la misma y dar todo mi apoyo a las medidas que impulse el Gobierno de España.

La cuestión no es si Gibraltar es o no español. La cuestión es que Gibraltar ha vuelto a faltar al respeto a España, en esta ocasión vertiendo setenta bloques de hormigón en aguas que son por ley españolas (sólo hay que mirar el Tratado de Utrecht, donde dice que son aguas de Gibraltar solamente las de la bahía de Gibraltar, el resto son de España).

Es la enésima falta de respeto de la colonia británica, que de cuando en cuando realiza una de éstas con el único fin de intentar arañar de cuando en cuando soberanía sobre las aguas o sobre porciones de tierra, y a la vez exaltar el nacionalismo de sus conciudadanos (si es que se puede llamar nación a un pueblo de 29.000 habitantes).

Hay que recordar que, casualmente, el actual primer ministro gibraltareño (elegido en diciembre de 2011) prometió en las elecciones lograr, por fin, el control de las aguas que rodean Gibraltar (saltándose el Tratado de Utrecht) y quiere impulsar sus reclamaciones en el próximo comité de la ONU sobre descolonización.

Por todo ello, apoyo plenamente las medidas del Gobierno español, ya que la ley está de nuestra parte, y lo único que hace es hacerse respetar frente a las faltas de respeto de un mal vecino, no siendo para nada desproporcionadas estas medidas. Así que pregúntese, ¿qué se supone que habría que hacer si usted tiene una piscina colindante con la finca de su vecino y éste le tira escombros en ella porque dice que es suya (a pesar de que esté en su finca y tenga encima la escritura definiendo claramente que es su finca)?

Además, lo único que hacen las medidas españolas es aplicar la ley. Veamos en qué consisten y verán que las medidas son justas:

Primero: va contra la legislación medioambiental española sembrar el fondo marino de bloques de hormigón. ¿Qué le pasaría a usted si va a Gibraltar y tira un saco de escombros a su bahía?

Segundo: también va contra la legislación medioambiental el realizar suministro de combustible desde barcos. ¿Qué le pasaría a usted si decide echar gasolina a su barco en una zona prohibida en aguas británicas?

Tercero: la lucha contra el fraude fiscal domiciliado en Gibraltar es algo que reclaman todos los organismos internacionales desde hace años. Si usted paga impuestos como todo hijo de vecino, supongo que quiera que todo el mundo pague igual que usted y que no se beneficie de tener domicilio en Gibraltar. ¿Creen que Gibraltar permitiría lo opuesto si el beneficiado fuese quien residiese en España?

Cuarto: el revisar las muy favorables condiciones que tienen las líneas telefónicas gibraltareñas por pasar por España es algo a lo que cualquier Gobierno tiene derecho. Además, ya que la renta per cápita de Gibraltar es bastante superior a la de España, tenemos todo el derecho del mundo a aumentarles los impuestos por usar nuestras líneas.

Quinto: el restringir el tráfico aéreo sobre Algeciras también es nuestro derecho, puesto que Algeciras es España, y si ellos nos impiden faenar en nuestras aguas, ¿por qué nosotros hemos de dejarles volar por nuestro cielo?

Sexto: el aumentar los controles sobre el contrabando en la frontera es algo que también ampara la ley y más si como está demostrado el tráfico ilegal de tabaco a través de la verja ha aumentado un 200 por ciento.

Séptimo y último: el aplicar una tasa de 50 euros a todos los vehículos que entren y salgan de la colonia también es nuestro derecho (recuerde que, por ejemplo en Londres, usted debe pagar por circular por el Down Town), puesto que es un impuesto medioambiental para luchar contra la contaminación y, a la vez, antifraude para luchar contra el contrabando a pequeña escala. Además, el dinero recaudado iría íntegramente destinado a medidas para el desarrollo del Campo de Gibraltar, es decir, sería dinero obtenido de gente que se beneficia del paraíso fiscal gibraltareño y que repercutiría en ciudadanos españoles que no tienen precisamente el mismo nivel de vida que los ciudadanos de la pequeña colonia británica.

Por todo ello, sería conveniente que tanto el PSOE como el resto de la oposición apoyasen sin fisuras al Gobierno, puesto que una cosa es la labor de oposición (y llevar a cabo, si creen conveniente, una moción de censura por el caso Bárcenas) y, otra, los intereses de España.

Somos un país muy importante en el mundo y no debemos permitir que nadie nos falte al respeto y, menos aun, con la razón de nuestra parte.

Así que reflexionemos y apoyemos sin fisuras al Gobierno en este asunto (en el resto estoy muy descontento, a pesar de que les voté). Merecemos un respeto.