Volvamos a la peseta
De improvisado no tiene nada. Lo de bajar los sueldos un 10% en España y subir el IVA lo lleva diciendo mucho tiempo el FMI. Y lo ha dicho el comisario Rehn con el espaldarazo de la CE. Llevan dictando las mismas medidas desde hace tiempo. Ya han decidido nuestro futuro, y no es la supuesta recuperación que anuncia el Gobierno, Los banqueros y su sistema financiero. Los partidos pro troika y sus opinadores son los responsables de haber tratado de hacer creer a la gente que vivió por encima de sus posibilidades y que la sociedad tenía que asumir la carga de la crisis (la deuda de los bancos se transformó en deuda nacional) padeciendo los recortes. Eso es lo que decía el FMI que había que hacer.
No tenemos una crisis, sino varias: la financiera, la de la creciente desigualdad entre ricos y pobres engendrada por el capitalismo salvaje, la ecológica, la alimentaria y por encima de todo está la crisis de la democracia. Autoridades ilegítimas que no han sido elegidas por los ciudadanos, que son las que crean las reglas del juego. Y mientras tanto tenemos en España a gente que está pasando hambre. Sí, señores, ¡hambre! Y a todo esto el Gobierno no pidió dinero a Europa, para los más necesitados, ni para la sanidad, ni para la educación, ni para los dependientes, ni para I+D+I. No eran temas importantes. Sí lo eran sus amigos banqueros y su sistema financiero y había que salvarlos a ellos, precisamente los que nos llevaron a la crisis que sufrimos actualmente. Y estos personajes sólo se preocupan de ser cada más ricos y poderosos.
El FMI quiere bajar aún más los salarios. Su directora cobra casi treinta veces lo que una familia media española. Publíquese también el salario del comisario Rehn, para que sepamos lo que él nos cuesta a los que contribuimos a sufragar sus suntuarios gastos. De paso hágase un escrutinio exhaustivo de lo bien que cumple las exigencias de su puesto en todos los órdenes. Se supone que sabe a cuánto está el SMI en España.
¿Para cuándo van a tocar sus sueldazos, nada comparables con los de los trabajadores españoles? Sueldazos que, además, no conllevan retención, son limpios de polvo y paja. ¿Y para cuándo sus prebendas y tráficos de influencias para con los grupos económicos? Que tiran de ellos para conseguir lo que quieran. Tenemos a nuestros banqueros españoles con sueldazos desorbitados, millonarios, da igual que hayan sido rescatados y nacionalizados o sean privados; todos ellos se lo llevan crudo. Por poner algunos ejemplos: la presidenta del «banco malo», 500.000 euros; el de Bankia, 500.000 euros; Catalunya-Caixa, 300.000 más gastos, más dietas, más coches (y lo peor es que estos bancos están dando pérdidas). Podría seguir con los privados, pero son cifras mareantes y desvergonzadas; por todo ello no tenemos más remedio que sentir odio y desprecio, que es lo que se merecen de los ciudadanos estos banqueros, los otros y los de los organismos que nos han llevado a la crisis más grande y desastrosa que hemos conocido. Y todo por su egoísmo y su capitalismo salvaje.
Las recomendaciones del FMI y de la troika no quieren decir que sean las buenas, pues siempre están atacando a las clases trabajadoras y medianas, dando sus recetas para decir que se preocupan de la crisis. Pero lo cierto es que nunca dan esas recetas a las grandes empresas ni a la banca para que estimulen la economía y poder crecer y ser competitivos, no, lo que quieren es hundir a la clase media y tenernos a sus pies como esclavos y con miedo para poder tenernos dominados como hicieron siempre estos malditos bastardos.
Por otro lado, lo que quieren los poderosos es que trabajemos más por menos, para que ellos mantengan o amplíen sus escandalosos beneficios. Ni más ni menos. En las próximas elecciones europeas no teníamos que votar nadie, para que vean el desprecio que sentimos hacia ellos; porque yo digo que si esta mierda es Europa, que se queden con ella. ¿Para qué queremos ser europeos, si sólo nos ha traído hambre y miseria? Volvamos a nuestra peseta y ya nos arreglaremos nosotros con nuestros problemas, porque ahora ya ni somos mileuristas. A este paso tendremos que pagar por trabajar.
Hemos permitido al capitalismo hacerse virtualmente con cada aspecto de la existencia humana. «La Humanidad se está yendo a tomar viento por las demandas de capital de un sistema productivo estúpido» (Susan George). Éstas si son citas, no como las de nuestro incompetente presidente del Gobierno.
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