Los buenos cuidados
Hace unos días mi padre nos dejó, fue una persona a quien la vida le hizo bregar con una mala “salud de hierro”. Pasó por innumerables avatares durante años, de los que iba saliendo adelante gracias a los cuidados de los profesionales de la sanidad pública.
Por ello, esta carta es redactada para agradecer a todas esas personas, aparte de su profesionalidad, las atenciones recibidas.
Comenzaré por el C. S. de Pravia, adonde pertenecía, destacando el personal de ambulancias, que tantas veces le llevaron al Hospital San Agustín de Avilés, pasando por varios departamentos, urgencias, UVI, UCI, hemodiálisis, oftamología, planta de cardiología, digestivo, etcétera.
También al HUCA de Oviedo, por las veces que precisó estar allí en la planta novena del antiguo hospital.
Y por último, también al Hospital de Caridad de Avilés, donde, aparte de la profesionalidad, tratan a los enfermos me atrevería a decir que con afecto.
A todas esas personas que hicieron que nuestro familiar se sintiera mejor, gracias en nombre de mi familia y en el mío propio por estar ahí cuando os necesitamos.
Mercedes Álvarez, Avilés
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