La despedida a un amigo sin fisuras
Ha muerto José Alonso, «Pepe». Querido compañero, siendo todavía mozos, el destino quiso juntarnos a ti con transportista, competente donde los hubiera y a mí como encargado general de la empresa minera Bienvenida II, situada en el Puerto de Ventana, Teverga.
No pasó mucho tiempo sin que yo pudiera ver en tu forma de actuar tus grandes cualidades humanas y tu competencia y por ello te propuse formar una sociedad, propuesta que tú aceptaste. Juntos caminamos veinte años sin que en momento alguno mediara entre nosotros diferencias ni feas palabras. Un día también los dos entendimos de mutuo acuerdo que había llegado la hora de tomar decisiones. Así lo hicimos, el transporte estaba atravesando momentos difíciles y decidimos cambiar el rumbo. Los años iban pasando y tu jubilación se acercaba, por tal motivo yo te propuse dejar el transporte y colocarte en la empresa que yo dirigía, haciéndote responsable de la conservación de todas las máquinas, que eran muchas tanto de interior como de exterior. Esto dio lugar a que tu jubilación fuese mejorada como te merecías por tu esfuerzo y competencia.
Querido amigo, querido trabajador competente y sin fisuras, de ti me quedará el recuerdo de ser el hombre más íntegro y honesto que he conocido. Tu lealtad no tuvo límites en tu persona, siempre te encontraba allí donde te dejaba. Hasta siempre amigo, hasta siempre, querido Pepe.
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