Un vecino que defiende la «Semana negra»
Un año más se ha celebrado una nueva «Semana negra» en Gijón, acompañada de la habitual polémica, y yo, como residente en la zona (no soy hostelero) he podido disfrutarla todos los días y he sufrido las lógicas molestias nocturnas, que, dado el carácter multitudinario del evento, pueden considerarse mínimas y asumibles para alguien que vive en comunidad y en la que todos tienen derecho a disfrutar de su ocio, incluso a costa de unos pocos vecinos que tienen el privilegio o la desgracia de vivir en una determinada zona de la ciudad.
Siempre se oye más a los que protestan por algo que a los que están conformes. ¿Se ha realizado una votación entre los residentes de la zona para comprobar cuál es el grado de aceptación real del festejo? Quizás hubiera alguna sorpresa.
También se celebran en Pamplona los Sanfermines, las Fallas en Valencia y la Feria de Abril en Sevilla, donde no duerme nadie, y en multitud de pueblos y ciudades de España sus fiestas, y no creo que a ningún vecino afectado por las molestias se le ocurra denunciar para que no se celebren. Todas estas molestias deberían ser subsanables por el debido control policial, que debe vigilar la zona con los efectivos que hagan falta para controlar los desmanes que pudieran suceder, como en toda sociedad civilizada y moderna.
A unos les gustará más y a otros menos, pero después de veintiséis años celebrándose esta «Semana negra» en sus distintos emplazamientos, puede decirse que se ha convertido en la auténtica fiesta popular de Gijón (superando incluso a unas fiestas de Begoña que languidecen año tras año en una lenta decadencia), debido a la propia idiosincrasia de una fiesta viva, con esa mezcla de lo cultural y lo lúdico que la hacen estar siempre en la vanguardia de la actualidad, convirtiéndose en una fiesta única en España y en el mundo, donde se pueden escuchar charlas de mentes preclaras que analizan la actualidad de una forma lúcida e independiente, o fotoperiodistas que, jugándose la vida y desde su humildad, nos ponen en primera línea de lo que pasa en el mundo, pudiéndose oír opiniones o puntos de vista que difícilmente se pueden escuchar en otros medios. Todo esto tenemos el privilegio de que a los gijoneses nos lo traigan a la puerta de casa y que a través de la novela negra, que no deja de ser una mera excusa para hablar de otros muchos temas, nos expliquen lo que está pasando en la sociedad, en nuestras vidas: por qué pasa, quién lo provoca, qué fines tiene..., y gracias a ellos, formar nuestro propio criterio, para no dejarnos arrastrar por la información manipulada e interesada con la que los grandes medios de comunicación, dirigidos por los auténticos poderes del mundo, pretenden controlar nuestras vidas. ¿Será esto lo que verdaderamente molesta a los que tanto atacan la «Semana negra»?
Lógicamente, habrá mucha gente que pase por la «Semana negra» y no sea consciente de la parte cultural de la fiesta, le sea indiferente o, simplemente, no esté de acuerdo con la misma, y sus intereses vayan por otro lado. Pero ésta es la gran virtud de la «Semana negra»: que cada uno puede encontrar su sitio, independientemente de su edad, nivel intelectual o clase social, y que abre una pequeña ventana para los que quieran ver algo más y quieran ser conscientes del momento histórico que nos toca vivir.
José E. Medio, Gijón
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo