Formar técnicos innovadores
El pasado son los conocimientos enraizados que condicionan los actos y las respuestas en el presente, que es su herencia. Si se intenta olvidar el pasado para no responsabilizarse de él, tal intento llevará a la locura, un lugar al que también se llega si te limitas sólo a recordar para justificar lo injustificable. Por el contrario, si te responsabilizas del pasado y actúas en consecuencia, tendrás la oportunidad de ser dueño y responsable de tu futuro. Un futuro que será fruto de las cosechas que se siembren sobre el campo de las generaciones que ocuparan el futuro. Las semillas para su siembra son los conocimientos que se posean y que sean capaces de transmitirse al terreno de los trabajadores en las empresas para mejorar su desarrollo. ¿Sabemos ya por qué somos los propietarios en este presente de un campo en barbecho que hemos adquirido a crédito?, ¿o ya lo hemos olvidado? Un crédito que es nuestra renuncia contractual a la propiedad del terreno y a las futuras siembras con la aceptación de esclavitud si no somos capaces de devolver el ciento por uno. Una esclavitud que, de suyo, ya ven que van a heredar las generaciones venideras.
Hay juegos que no se deben practicar y cosas con las que no se puede jugar. Hemos jugado a la apuesta financiera del endeudamiento y seguimos jugando con la educación de nuestros hijos mientras hacemos trampas con el conocimiento profesional y la formación permanente ocupacional. En conclusión: somos poco capaces de ocuparnos de nuestro futuro, dado nuestro bajo nivel ocupacional industrial, con su consecuente baja productividad y empleabilidad. ¿Están nuestras empresas y, por ende nosotros mismos, invirtiendo en I+D+i?, ¿estamos invirtiendo en educación?, ¿estamos invirtiendo en formación permanente ocupacional? Sí, a esa formación me refiero, a la formación del SEPEPA, a la que seguimos sin reconocer públicamente sus funciones y niveles corrompiendo sus conceptos y definiciones.
Ya que nuestros lideres son acreedores y como tales descalificados: ¿qué tipo de trabajos serán capaces de encomendarnos los que nos dan crédito para que, dirigidos por nuestros líderes, podamos pagar la deuda contraída?, ¿qué tipo de niveles ocupacionales querrán darnos nuestros responsables?, ¿cuál será nuestro nivel ocupacional y nuestra empleabilidad y productividad futuras? Recuérdese que: de los ocho niveles profesionales ocupacionales europeos (que aquí no se quieren reconocer) los niveles 1 y 2 corresponden a la formación profesional inicial del MEC; los siguientes 3, 4, 5 y 6, son el resultado de la formación profesional permanente ocupacional tras la pertinente formación inicial de los grados no universitarios; y, por último, los niveles 7 y 8 (másteres y doctorados) son los posgrados propios de la formación universitaria tras su inicial grado. Si queremos ocuparnos de los jóvenes sin cualificación alguna, devolvámoslos al MEC para obtener su cualificación en alternancia con las empresas en las que trabajarán de aprendices. Si queremos desarrollar un sector industrial cada vez más capaz y necesario, dejemos que los centros de formación profesional permanente ocupacional del SEPEPA se encarguen de la formación de los técnicos que requiere la industria para su innovación y hagámoslo también en alternancia. Que la Universidad, para conseguir el desarrollo industrial que nos es necesario, se encargará de abrir brecha investigando en colaboración con las empresas mediante los másteres y doctorados. Como se ve, si se plantean formativamente bien las cosas previamente y si existiese esa colaboración empresarial, se podrían conseguir la productividad y la empleabilidad necesarias para nuestro bienestar. Pero ya sé que no se darán por aludidos y que seguirán jugando con las cosas del comer mientras se pierden destrezas cognitivas y una gran mayoría pasa hambre. ¡Ya sé que no les importa! El desastre formativo español que quieren mantener les da privilegios y comen de él.
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