Siempre estarás en nuestro corazón
Cuando llega la muerte, el adiós de un ser querido, de un amigo, el dolor y la tristeza es lo único que sentimos en nuestro ser.
Pero cuando ese amigo que se va sientes que te ha regalado muchas cosas, pero cosas no materiales, sino esas cosas que no se pueden ni ver, ni coger, pero sí disfrutar y vivir, como compartir su amistad, el cariño, el respeto, las sonrisas, las trastadas, el fútbol, el todo de una grandísima persona, de un ser especial; esa tristeza y ese dolor se transforman en agradecimiento y sentimientos preciosos de haber podido disfrutar de su amistad y de su cariño.
Desde este medio, que él siempre leía, quiero gritar a Lito (Bicho) mi agradecimiento por haberme regalado a mí y a mi familia tantas cosas bonitas, tantos recuerdos agradables, sonrisas y miles de detalles que están entre nosotros y que nunca olvidaremos porque fueron de un corazón delicado por la salud, pero fuerte y grande como un roble en cariño y amistad.
Hasta siempre, Manolete; sé que estás entre nosotros y que, desde donde estás, estarás protegiéndonos y dándonos esa lección de todo lo grande que fuiste, y siempre estarás en nuestro corazón.
Nunca olvidaré tu última palabra: «Ganaremos», y eso es lo que nosotros hemos hecho: ganar, ganar muchas cosas con tu presencia y tu amistad.
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