Represión y persecución en CC OO de Asturias
Como afiliado a CC OO, repruebo y rechazo rotundamente la persecución a la que se está sometiendo a diversos compañeros de CC OO por el simple hecho de criticar a la actual dirección regional del sindicato. Yo, que participé en las deliberaciones del año 1976 en las que se debatía si continuar como unas Comisiones Obreras o bien constituirse legalmente en un sindicato, no reconozco el actual devenir de las actuales Comisiones Obreras. Sobre todo en Asturias. Si la voz discrepante o crítica ha de ser motivo de expulsión o de suspensión de militancia, ¿qué pasa con el actual secretario general de CC OO de Asturias y la mayoría de sus actuales acólitos? ¿No pertenecían al llamado sector crítico en anteriores congresos? ¿No hubieran merecido entonces su expulsión?
Estoy totalmente de acuerdo con las acciones y actitudes de mi secretario de Federación Regional (FSC), José Antonio, y, sobre todo, con la de mi responsable del Sector de Carretera, el compañero Manolo. Conozco a Manolo desde hace unos 30 años (negociando convenios, participando en huelgas, movilizaciones, etcétera), y tengo que decir que no conozco a ningún sindicalista que dedique tantas horas y días al sindicato y a los trabajadores como él. Lo puedo decir por el conocimiento que en estos años, siguiendo la línea del fallecido y nunca bien reconocido compañero José Manuel Buján Álvarez (abogado de CC OO y posterior magistrado del TSJA), dedicó y dedica las 24 horas del día y los 365 días del año a la atención de cualquier trabajador/a, afiliado/a o no. Siempre, siempre, en defensa de los trabajadores y trabajadoras del sector.
Ni qué decir de otros expedientados, caso de José Luis Díaz Calvelo. Líder indiscutible en su empresa, por su dedicatoria y entrega a la labor sindical dentro del Grupo Alsa, desde muchos años, muchos. Y así es reconocido por todos los trabajadores y trabajadoras de la empresa.
Por ello, si lo que pretende la actual dirección regional de CC OO de Asturias es tener sindicalistas de oficina y despacho, con 35 horas a la semana (o menos) de dedicación sindical; si lo que pretende es acabar con las voces discrepantes de su mala llevada gestión; si lo que pretende es fomentar el amiguismo y elevar a cargos a los/as que mueven afirmativamente la cabeza cuando procede y demandar a los/as que realmente trabajan por un sindicato libre de ataduras y abierto a la discrepancia, a la crítica constructiva y a la libertad de opinión, que no cuenten conmigo.
Estoy y estaré con los compañeros expedientados siempre. Porque son un ejemplo del sindicalismo al que yo siempre perteneceré.
Quedo a vuestra consideración. Siempre CC OO.
Manuel Boto Álvarez, ex delegado sindical de CC OO en TUA
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