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Fumar era un placer

27 de Agosto del 2013 - José A. Suárez Pope (Oviedo)

En un principio, nos parecía imposible que la prohibición de fumar en los bares y las cafeterías se llevase a efecto, pero esa ley, con la alegría de unos y la resignación de otros, se llevó a efecto.

Pero la amplitud que quieren dar a esa ley me parece excesiva. En los campos de fútbol no hace falta prohibir fumar, pues, teniendo en cuenta que el humo es menos denso que el aire, con colocar a los fumadores en las gradas altas ya estaría solucionado.

En cuanto a las paradas de autobuses, con ponerse al lado de la marquesina ya puedes fumar, siempre y cuando tengas en cuenta de qué lado sopla el aire, porque si el humo se introduce en la marquesina te pueden multar.

Esta ley y la de prohibir el consumo de alcohol a los menores de 18 años están pensadas para el bien de la humanidad, porque en un futuro, y debido a la buena salud de la que disfrutarán todos los humanos, el índice de mortalidad (según estudios realizados) se situará entre los 95 y los 100 años, por lo cual, según esos estudios, se puede ampliar la jubilación hasta los 75 años.

Todo un éxito. ¿Dónde fumará el señor Rajoy sus habanos?

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