Y ahora... una de masacre de palomas
El desafortunado artículo que hemos tenido que sufrir, publicado en este periódico el pasado 18 de agosto «Guerra a las palomas», referente al desgraciado destino, destruir sus nidos y matarlas, que quieren dar a las palomas de Oviedo, a las que meten en el mismo saco que a ratas y cucarachas, viene con el sello inconfundible de la concejalía de Sanidad; que hay quejas sobre animales... nada, nada, se recogen y se matan, y además lo ponemos en el periódico, no sé muy bien si por inocencia o inconsciencia, pensando, quizá, que lo que pretenden hacer está bien hecho y que encima nos quieran tomar el pelo diciendo que la empresa adjudicataria tendrá la opción de capturar y reubicar (atención, siempre que demuestre que no tienen forma de regresar al municipio) o «eutanasiar» al animal, como si nos hubiéramos caído de un guindo ayer, duele mucho más. Vamos, hombre, de verdad esto es patético, por supuesto que no se van a molestar en llevar a otro lugar, que en sí tampoco es ninguna solución, y mucho menos teniendo que «demostrar» que no van a regresar, y aquello de eutanasiar, considerando la eutanasia como el hecho de morir sin experimentar dolor, lo dudo muy y mucho, teniendo en cuenta que cuanto más «piadoso» el método, más caro, con lo que reducimos beneficios y todo para que queden contentos cuatro intolerantes que les molesta todo; sí, claro, a estas quejas hay que darles rápida cobertura, no sea que les dé algo (o se contagien de algo, un apunte al respecto, contagiarse con una deposición, poco probable, tendrían que comerla, y que transmiten enfermedades... mi madre tendría que estar muerta, lleva toda la vida alimentándolas, sana como una pera). A mí también me molesta ver a niños maleducados persiguiéndolas para darles patadas, pero a eso se llama tolerancia, señores, convivencia con todo animal, y me refiero a los de dos patas que hay por el mundo (¡ah!, una idea, señores hosteleros, en vez de tanto protestar piensen... una figura de búho decora en las terrazas y ahuyenta totalmente a las palomas, así lo vi en Galicia). Como siempre en estos casos, hay que buscar la manera ética y civilizada de proceder, a saber, si revolotean por bares, cafeterías, «molestando tanto», es porque están hambrientas, ni tienen dónde estar (así las vemos con sus pobres patas mutiladas por tener que estar en tendidos eléctricos), ni qué comer (ya que cuando hay personas que las alimentan son más perseguidas que los ladrones). Unos palomares donde estar sería lo adecuado (así dejarían de causar daños en edificios) y un pienso esterilizante como único alimento, lo correcto. Como hacen en París, por ejemplo, ya... pero París... tan lejos, yo diría tan lejos no en distancia sino en respeto hacia los animales, así nos va, que luego tienen que mandarnos cartas echándonos el rapapolvo y poniendo las pilas, escandalizados con lo que hacemos con los animales de nuestra ciudad, ¡qué vergüenza! Señores pensantes del Ayuntamiento, si el bienestar animal aún no está entre sus prioridades, piensen en el dineral del contribuyente que se gastan en esa empresa de tan nobles resultados; ¿están seguros de que no saldría más barato alimentar con pienso esterilizante y que ellas solas, digna y éticamente, fueran disminuyendo en número, en vez de estar matando de por vida? ¿Con un lugar donde estar y que no tuvieran que estar repartidas buscando alimento, que todo ser vivo necesita y al que tiene derecho? Tenemos un estupendo palomar en el Parque San Francisco y un enorme Parque de Invierno donde construir preciosos palomares con poco... y lo bien que quedaría, señor Alcalde. Piense, y haga lo correcto. Aunque sólo sea por si aquello del karma fuera cierto y alguna vez nos viéramos en la piel de alguno de estos pobres animales... porque lo que estamos haciendo con ellos... no tiene perdón de Dios.
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