Al asesino del Xsara
Mi querido asesino fallido: Te escribo esta carta para que sepas cómo me encuentro. Seguro que tú te encuentras mejor que yo. No entiendo tu comportamiento incívico y asesino. Son las tres de la mañana y todavía no he podido pegar ojo. Tengo que levantarme a las 6.30 para ir a trabajar. Mi centro de trabajo está a 50 kilómetros de mi domicilio y como te podrás imaginar necesito el coche para ir a trabajar. Ese coche que me has destrozado y que lo más seguro sea siniestro total. Al haberte dado a la fuga me lo voy a tener que tragar todo con patatas o con lo que me quede del sueldo para comer...
Tengo la cara llena de magulladuras y el cuerpo cansado. Lo que peor tengo es mi cabeza. No dejo de reproducir las vueltas que di en la autopista. Las repito una y otra vez.
Lo peor de todo es que encima tengo que dar gracias por la suerte que tuve de que los coches que venían detrás me esquivaron y yo sola tuve que comerme los pivotes, y me estrellara contra el quitamiedos de hormigón.
Cada vez que lo pienso vuelvo a dar gracias por la suerte que tuve de que no me mataras. Creo que tú también tienes que dar gracias porque haya coincidido que viajaba sola. Tengo un peque de 24 meses y no quiero pensar, ni por asomo, en lo que hubiese pasado si llega a haber estado conmigo. Aunque estoy segura de que cuando conduces, así, sin importarte si vas matando gente o no, todo te resbala.
Seguro que tampoco piensas en que la denegación de auxilio es punible.
Me gustaría tener la oportunidad de "agradecerte" personalmente el que me hayas dejado sin mi modo de vida, con los nervios de punta, con la cara y el cuerpo dolorido, con los trámites y paseos que me quedan ahora con la aseguradora, Policía, Juzgado... y lo que es peor, dando gracias, porque al final no conseguiste matarme...
Me gustaría que las personas que hayan presenciado mi accidente se pusieran en contacto conmigo a través del periódico o la Policía para facilitar la matrícula de este coche: Citroën Xsara azul marino.
Todo esto ocurrió a la altura del viaducto del Espíritu Santo, en la salida 26: Langreo, Santander, entre las 17 y 17.30 del domingo día 7 de junio de 2009.
Por favor, conductores asesinos, vayan a un circuito cerrado y mátense entre ustedes y déjennos a los demás conductores llegar en paz.
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