Debate por una multa injusta
Mientras veo una nueva etapa de la entretenida edición de la Vuelta a España aprovecho para escribir una nueva nota de lo sucedido el miércoles 28 de agosto y que acabó convirtiéndose en una injusta sanción por una infracción que no había cometido.
Para aquellos que no la leyeran, resumámoslo en que un policía local me confundió con otro ciclista que recorrió el Muro desde la escalera 12 a gran velocidad y no se paró tras su aviso (según su versión). Me veo obligado a recordar la historia a los lectores dado la gran cantidad de apoyo recibido por compañeros y amigos y con la esperanza de que alguna autoridad se ponga en contacto para resolver el entuerto.
Ya me he dirigido a la Pescadería Municipal para recoger la notificación y así poder acceder al descuento por pronto pago, una medida sin duda excelente para que se acaten las decisiones sin presentar alegaciones. No obstante, a mí me gustaría abrir un debate, y es la necesidad que tiene un ciudadano de demostrar su inocencia ante la acusación de un policía. Creo que es algo bastante difícil de demostrar, sobre todo si no se encuentra con una determinada infraestructura.
Sinceramente, desconozco el número de cámaras situadas a lo largo del Muro, pero en caso de existir creo que sería bastante sencillo comprobar quién de los dos está en lo cierto, porque en este caso no existen las medias tintas, o uno u otro. Ojalá el propio puesto de la Policía Local en la escalera 12 (y donde aseguró verme) tuviera una cámara instalada y la información pudiera comprobarse.
Estoy seguro de que esta carta llegará a los ojos de la autoridad pertinente, y ojalá se pongan en contacto conmigo con la misma diligencia con la que lo hicieron mientras intentaba hacer mi ruta ciclista truncada aquel día en La Providencia. De no ocurrir así, sólo me quedará el recurso del pataleo a través de esta pequeña ventana.
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