Al hombre que amó a Oviedo
Un hombre que nació allá por el año 1911, en un pueblo de Badajoz, llamado Salvaleón, vino como guardia civil en el mes de febrero de 1936, con 25 años, a Oviedo, donde luchó en la defensa de la ciudad, desde San Lázaro hasta el Naranco.
Ha sido merecedor de la Cruz Laureada de San Fernando colectiva, la medalla de sufrimiento por la Patria, dos crucres de Guerra, dos cruces Rojas, una medalla de la Campaña y la cruz de la Constancia.
Estando destinado en Pola de Somiedo conoció a una de las hijas del alcalde, con la que se casó y tuvo tres hijos (dos varones y una hembra).
Ha estado destinado por varios pueblos de Asturias (Pola de Somiedo, Oviedo, Tapia de Casariego, Puente de los Fierros, Santullano de Mieres, Sevilla, Pasajes de Herrera -San Sebastián- y Oviedo, sin embargo, su ilusión y su deseo ha sido el de vivir en Oviedo, donde con frecuencia decía a sus hijos, una vez jubilado y paseando por la calle de Uría, que era la ciudad más bonita de España.
Este hombre, Juan González Cuenda, acaba de fallecer con 97 años y descansa bajo la tierra de San Salvador, en el Oviedo que tanto amó.
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