Maratón de Asturias: ¡una vergüenza con todas las de la ley!
El domingo 7 de junio se celebró o, mejor dicho, se debía celebrar el Campeonato de Asturias de maratón (42,2 kilómetros). Muchos corredores quedamos descalificados por perdernos en un cruce, dado que no había ninguna señal ni ningún miembro de la organización que indicase el camino correcto. De esta manea, se tiraban por la borda varios meses de duro entrenamiento junto con las esperanzas de podium o de realizar un buen tiempo que albergaban muchos atletas y para lo cual se habían preparado con mucho sacrificio. Además, debido a la mala señalización del recorrido, muchos atletas tenían problemas para seguir el camino correcto, convirtiéndose la carrera, por tanto, en una especie de prueba de exploración. Por si esto fuera poco, había atletas que llegaban a la meta tras haber realizado unos 45 kilómetros; otros, en cambio, habían realizado en torno a 36 kilómetros (saltándose tramos del recorrido y corriendo por itinerarios diferentes del trazado por la organización), e incluso algunos de ellos habían sido previamente descalificados pero, a pesar de ello, figuran en la clasificación y algunos, para más inri, en puestos de privilegio. Los resultados de este denigrante espectáculo ponen de manifiesto la sobrada incompetencia del organizador de la prueba, don Alejandro de Ancos, para dirigir pruebas de atletismo. Por tanto, y por el bien del atletismo asturiano, ante esta situación, únicamente cabrían dos medidas: bien con la dimisión y retirada voluntaria de este tipo de eventos de don Alejandro de Ancos (pedir perdón no es suficiente ante tan vergonzoso espectáculo) o bien con su inhabilitación permanente. Los jueces de la carrera, por su parte, no han hecho nada para solucionar este problema sino, por el contrario, autorizar una clasificación ficticia, falsa y carente del mínimo respeto hacia aquellos corredores que, en circunstancias normales, hubieran ocupado los puestos de privilegio.
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