Conviene recordar...
De vez en cuando conviene recordar que en política se puede estar por principios, por convicciones muy sólidas, que hacen ejemplares algunas vidas y algunas luchas...
Que al hombre le deben mover ideales, sentimientos, ganas de cambiar el mundo para mejor, no ambiciones de poder, de dinero, de quítate tú para ponerme yo...
Que la política no debe ser un modus vivendi, sino un vivendi modus, que el compañerismo, la solidaridad, la entrega, luchar por el bien común deben ser faros que guíen a los que en esta vida se dedican a la política...
A mí todo esto me lo ha recordado un libro, «Marcelo, los otros niños de la guerra», de Jaime Izquierdo.
Estos hombres y mujeres, como los que conocemos al leer este libro y otros muchos que quedarán anónimos y desconocidos para la mayoría, de izquierdas o de derechas, no sólo son un ejemplo y dignos de toda admiración y gratitud, sino que nos hacen creer en el ser humano en momentos en que parece que los principios y los ideales «per se» están perdidos y olvidados.
Gracias, por esa vida, esa lucha, ese ejemplo, por recordármelo y por mantener a pesar de todo un poquito de esperanza de que algún día las cosas cambien...
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