El engaño de los Juegos Olímpicos
El otro día escuché en un telediario decir que los Juegos Olímpicos de 2020 generarían en España cincuenta mil puestos de trabajo en Madrid y veinte mil en el resto de España. Además, decían que como el 80% de las infraestructuras ya están hechas sólo haría falta invertir 1.600 millones de euros más en completarlas.
Esos setenta mil puestos de trabajo serían mayoritariamente del sector servicios y limitados al tiempo que durasen los Juegos Olímpicos, para dar respuesta a todos los turistas que vendrían, lo que se traduce en setenta mil contratos temporales de uno o dos meses y después de nuevo al paro.
De modo que llegado a este punto, uno se plantea si realmente España necesitaba unos Juegos Olímpicos. Yo personalmente creo que no. Eso del «empujón al país» valdría en los noventa, cuando los Juegos Olímpicos transformaron Barcelona y la EXPO hizo lo mismo con Sevilla, pero si nos están diciendo que el 80% ya está construido y que hablamos de un evento que tendrá lugar dentro de siete años, que nos digan que ahora ser elegida sede le va a «dar un empujón a España» es que nos llamen idiotas a la cara directamente.
España, según nos dice este Gobierno, no tiene para pagar sanidad pública, ni educación pública ni subir las pensiones, de modo que no debería haber tampoco 1.600 millones de euros para completar infraestructuras. En mi opinión, lo primero es arreglar el país y no a golpe de pelotazo de cuatro amigos constructores, llámese Eurovegas o Juegos Olímpicos. Lo primero es arreglar el problema del paro y acabar con la corrupción política. Dejar de utilizar los Juegos Olímpicos cada dos por tres de cortina de humo y arreglar los problemas reales que tiene España. Y cuando hayamos salido de la mierda de agujero en la que nos han metido los políticos, ya hablaremos de tener unos Juegos Olímpicos en nuestro país, los cuales yo seré el primero en apoyar, por supuesto.
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