Basura en Cudillero
Llevo todo el período estival viendo y a su vez reflexionando sobre la política municipal pixueta. Después de elevar el porcentaje de impuestos en agua y basuras, nunca el pueblo estuvo tan desdejado. En el mes de julio me dispuse a ir al Consistorio para pedir amablemente que vinieran a barrer la calle donde resido (también fueron más convecinos), ya que es la calle por donde el mayor número de visitantes de Cudillero transita para llegar a los miradores, me mandaron subir al despacho de Alcaldía para hablar con el Alcalde, en su lugar me recibió Ignacio Fernández, que con una buena dosis de mala cara me dijo que ya vendrían, y vinieron, bien es verdad que vinieron, un mes después, cuando el verano estaba a punto de acabar. En el mes de agosto, debido al incremento turístico, también se incrementó el número de basura generada por los negocios pixuetos, cuyo lugar de deposición es el puerto nuevo, cinco contenedores de basura para más de 10 bares. Como es de recibo, a la hora de la comida todos esos contenedores estaban llenos, la basura desparramada y siendo comida por animales que presentan peligros reales para la salud pública ya que son portadores de gran número de enfermedades. Gracias a mi formación académica (técnico superior en Medio Ambiente) y consciente de que esto se podría solucionar de una forma sencilla, fui a exponer el problema al Consistorio y no se me hizo ni el mínimo caso, el trabajador por el que fui atendida ni siquiera levantó la vista de su ordenador. ¿En qué invierte el Ayuntamiento esa subida de impuestos de agua y basuras si nunca estuvo tan sucio Cudillero? Yo no lo sé, y lo peor es que ellos no lo explican.
A medida que nos abandona el calor, también lo hace el sentido común de los políticos pixuetos. De unos días hacia aquí me da la sensación de haber retrocedido 40 años en el tiempo, a los años en que la democracia se veía lejana en nuestra retina, donde eras perseguido y ejecutado por decir lo que pensabas; hoy por hoy no nos ejecutan con fusiles, pero sí nos persiguen, nos persiguen con denuncias masivas a personas que lo único que hacen es hacer uso de su derecho constitucional de libertad de expresión, denuncias sin fundamento alguno, de carácter irrisorio y sufragadas con el dinero del contribuyente. ¡Qué pena!, cuando hay una cantidad de paro indecente y el pueblo no tiene posibilidad de prosperar en muchos años, ellos a lo que se dedican es a intentar someternos y culpar a todo bicho viviente de todo lo que en Cudillero acontece en vez de hacer una cura de humildad y ver que los únicos culpables de todo lo que sucede son ellos. Todo mi apoyo a todos los denunciados y sólo me queda decir que «resistir, compañeros».
Marina Iglesias Martínez, Plataforma por la Democracia
Cudillero
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