¿«Botellón», becas y pelo azul?
«Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes», William Shakespeare.
Leo en el periódico del martes 10 de septiembre una tribuna titulada: «“Botellón”, becas y pelo azul», tan casposa, trasnochada y cutre que no puedo menos que contestar a su autora y a su ideario.
La tesis básica es la siguiente: los jóvenes, todos los jóvenes, hacen «botellón» (¿hay otros?, se pregunta la autora). Lo que es para ella antiecológico, antiestético, antiautoestima, antisocial, elitista y clasista y, finalmente, antieconómico.
Tras desgranar una a una las lacras de tal práctica (incluidas heridas sufridas por la propia articulista), nos aporta su novedosa y clarividente solución: quitar las becas al que se pase las noches de los fines de semana tirado/a en el asfalto entre botellas y bolsas de plástico, vómitos y cristales rotos, bebiendo hasta la extenuación.
La sociedad, esa generosa sociedad de la que la autora forma parte, ofrece a la juventud de hoy en día, entre otras lindezas: una tasa de paro superior al cincuenta por ciento; unos contratos de trabajo temporales, leoninos y abusivos; la emigración como única perspectiva de una vida futura digna; una edad de independencia de los padres superior a los 30 años; un fracaso escolar que ronda el veinticinco por ciento; una vida pública acanallada y expoliadora; una Universidad endogámica y repleta de diletantes y medradores, una vida cultural al alcance de unos pocos, y así hasta la náusea.
Y es en este contexto en el que una parte de la sociedad, tan clariniana ella, la de los biempensantes y bienolientes, se escandaliza porque jóvenes (¿algunos, muchos, todos?) usan bolsas de plástico en sus juergas, estropean mobiliario urbano y plantas de los jardines, vomitan en las aceras o gritan por las noches.
Pero estas venerables actitudes vienen de lejos y son siempre, siempre, las mismas.
«Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida y les faltan al respeto a sus maestros», Sócrates (470-399 a. C.).
«Los jóvenes de hoy no parecen tener respeto alguno por el pasado ni esperanza alguna para el porvenir», Hipócrates (460-370 a. C.).
«Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país si la juventud de hoy toma mañana el poder. Porque esta juventud es insoportable, desenfrenada y simplemente horrible», Hesiodo (siglo VIII o VII a. C.).
«Esta juventud está malograda hasta el fondo del corazón. Los jóvenes son malhechores y ociosos. Ellos jamás serán como la juventud de antes. La juventud de hoy no será capaz de mantener nuestra cultura», inscripción en un vaso de arcilla hallado en Bagdad (alrededor de 4000 a. C.).
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo