¡No al exterminio y al maltrato!
Una vez más la ciudad de Oviedo se ve vinculada al maltrato animal, a la barbarie, a la sinrazón y a una mentalidad anticuada y cruel. Y así lo manifestamos el domingo, bajo un sol de justicia, ante el Ayuntamiento.
Mientras en ciudades como Valladolid, Sevilla, La Coruña, ciudades catalanas o europeas, como Florencia, Génova, etcétera, se trabaja por la conservación y el control de las especies urbanas, como es el caso de las palomas y otras aves, mediante una alimentación adecuada por medio de piensos esterilizantes, en Oviedo sólo nos falta salir con un machete a la calle para acabar con todo lo que se mueva o disguste a ciertas personas de mente muy cruel y poco adaptada al siglo XXI.
El comunicado del Ayuntamiento de gastarse una buena parte de un presupuesto de 82.000 euros en acabar con las aves de la ciudad no es sólo indignante, sino vergonzoso para la ciudad, que, en contra de los deseos de muchos, va a ponerle imagen al maltrato y al exterminio, porque no sólo se va a quitar la vida indiscriminadamente a unas aves que no hacen daño a nadie, sino que el método de hacerlo es más que dudoso, ya que nadie nos garantiza que no derive en tortura.
Resulta sorprendente que en este tiempo de crisis no haya presupuesto para causas más necesarias y sí para andar exterminando las aves y buscando nidos por ahí, cuando sería muchísimo más económico y, por supuesto, más ético, el mantenimiento y el control de las especies mediante los piensos adecuados, en los lugares adecuados.
Estos piensos ya son administrados en otras ciudades con total satisfacción de todos. En Oviedo hay muchos voluntarios y amantes de los animales dispuestos a colaborar tanto en la administración de los piensos como en la compra de los mismos. Lo que es intolerable es que, habiendo medios y personal voluntario, se destinen los fondos públicos a semejante barbarie, que ofrece de Oviedo la imagen de una ciudad embrutecida e irrespetuosa con la naturaleza.
No son formas ni es el momento de andar matando pájaros y buscando huevos, que los pájaros no son peligrosos. Es el momento de actuar con el civismo que hasta la fecha siempre ha tenido tanto el Ayuntamiento como esta ciudad y aportar los medios de control. Estamos en el siglo XXI, no en la Edad de Piedra.
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