Un pero a Alperi
He seguido con mucha atención el cambio de liderazgo en el SOMA-FITAG-UGT, desde la fallida tentativa de la primavera pasada que terminó intentando arreglar temporalmente una gestora. Afortunadamente, se completó con éxito la pasada semana con la asunción de la secretaría general por el compañero Alperi, a quien deseo la mejor gestión, que, además de ser bueno para él, lo será para los mineros y para Asturias en general.
Como militante del SOMA desde hace bastante más de treinta años, como fundador de la sección de técnicos y cuadros del sindicato, como miembro durante un tiempo de su comisión ejecutiva bajo la dirección de Sergio Rebollo y, posteriormente, de José Ángel F. Villa, me siento con la obligación y el sentimiento de poner un pero, un importante pero, a la primera declaración pública de nuestro nuevo secretario general en la intervención posterior a su elección. Me refiero a la nula mención de la labor, la gestión y la implicación del dimitido José Ángel, muy comentado tanto por la prensa como por muchos de los presentes en el desarrollo del congreso.
Villa tuvo, a lo largo de su vida sindical y política, muchas virtudes y defectos, certifico que de ambos fui testigo directo en bastantes ocasiones; ha tenido fuertes y duros enfrentamientos con muchos compañeros, entre los que me incluyo, pero conozco a muchos más a los que hizo favores, importantes favores, y me parece que hoy a la mayoría se le ha olvidado. Aun así, lo cierto es que nadie puede negar una dedicación absoluta en su vida pública, tanto a la vida sindical como a la política, llegando incluso a prescindir de su vida privada. Superó, o lo intentó, situaciones verdaderamente graves de enfermedad y algún accidente, operaciones incluidas, y, con total entrega, siguió al pie del trabajo en la plaza de La Salve.
Por todo ello y mucho más quiero manifestar mi pero a Alperi en su intervención. Creo que Villa mereció y merece respeto, consideración y agradecimiento, y en este último apartado, compañero Alperi, no te mostraste generoso.
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