Y todo a media luz...

Y TODO A MEDIA LUZ...

Llega el mes de octubre y con él una nueva subida en el precio de la luz del 3,1 por ciento, lo que supone el tercer aumento en cuatro meses y el cuarto del año que corre. Este incremento se produce como consecuencia de la subasta de electricidad fijada para el 4º trimestre de este ejercicio, con arreglo al nuevo sistema denominado "Precio Voluntario al Pequeño Consumidor" (antes "Tarifa de Último Recurso" - TUR)

Cada vez se entiende menos lo que pasa con las continuadas subidas del recibo de la luz. Sinceramente, creemos que las compañías eléctricas que operan en España son unas privilegiadas, pues con la que está cayendo, en estos meses que llevamos de 2013 han seguido ganando millones de euros. No, no vale la excusa de que sale muy caro generar la energía. Nunca estas empresas se pondrán en número rojos, más bien seremos sus clientes los que en ese color pondremos nuestras cuentas corrientes con harta frecuencia. Y, yo me pregunto: ¿por qué estas compañías no aúnan controles, esfuerzos, sinergias, etc., como otras muchas empresas del país y en unos pocos años pueda ser amortizado el déficit tarifario, sin repercutirlo en las ya esquilmadas economías domésticas?

Los incrementos en la tarifa siguen siendo consecuencia inexcusable de no haber abordado en su momento una reforma integral del sector eléctrico que impulsase su liberalización. Hace algunos meses leíamos en LA NUEVA ESPAÑA que la luz en Francia era un 43% más barata que en España y que el déficit de tarifa, lastraba los precios de la electricidad en nuestro país. Nuestra vecina Francia, por tanto, brinda a su industria precios más competitivos que España, donde nuestro ministro de Industria, José Manuel Soria, desde hace un tiempo intenta casar los intereses con un procedimiento energético que no acaba de alumbrar.

En definitiva, la eliminación del déficit tarifario en el 2013 exige que nuestro ínclito ministro de Industria, ocupe la escena haciendo encaje de bolillos. El señor Soria dice que todos los impuestos recaerán sobre las empresas, ya que estas se benefician de la ampliación del mercado no regulado y de las subvenciones. Pero él sabe que la realidad es más bien otra muy distinta. Los usuarios pagaremos una vez más esos impuestos, protegiendo así los beneficios empresariales. Endesa, Gas Natural, EPD, Iberdrola, etcétera, abonarán el impuesto a la Hacienda Pública, sí, pero nosotros, los consumidores, se lo compensaremos pagando un precio más alto de la energía.

Además, las empresas operarán en mercados más desregularizados y recibirán subvenciones múltiples. Y es así como el señor Soria podrá asesorar cuando deje la cartera a estas compañías eléctricas, como lo están haciendo Felipe González, José María Aznar, Ángel Acebes, Pedro Solbes y, últimamente, Elena Salgado, entre otros.

El sector eléctrico acumula un déficit de 30.000 millones de euros por el desfase entre las tarifas y los costes del sistema. Pero, al socaire de esta situación el Gobierno de Mariano Rajoy --igual que hicieron con anterioridad gobiernos socialistas-- da luz verde a una nueva subida que golpeará las ya maltrechas economías de los consumidores por la prolongada crisis. El incremento del 3,1 por ciento que desde hoy, primero de octubre, va a estar vigente para todos los hogares se suma a las sucesivas subidas que vienen haciendo frente los usuarios españoles. De hecho, en menos de una década, en concreto entre el año 2003 y el 2012, la luz se encareció un 63 por ciento. La tarifa eléctrica española es de las más caras de los países que integran la Unión Europea, exceptuando Chipre e Irlanda.

No, señor ministro de Industria, no es fácil aceptar que las subidas de la luz vengan determinadas por el juego de la oferta y la demanda en "un mercado libre", como usted pretende hacernos creer. Lo del mercado libre en tal caso es una invención, un eufemismo, que oculta una injusta y gravosa realidad: el sector eléctrico español está en manos de un oligopolio conformado por productores y distribuidores, cuyo lenguaje oscuro disfraza los diferentes costes de producción en los que incurren las compañías eléctricas y los ingresos que las mismas recaudan a través de los precios que ellas fijan.

Con este aumento de tarifa da la sensación de que el Gobierno pone un nuevo parche para prolongar un tiempo más su "statu quo" actual y posponer las bases de un modelo energético. Efectivamente, los intereses en el sector son muchos y encontrados, pero la importancia estratégica de la energía eléctrica debe llevar cuanto antes a un pacto de Estado realista y, por supuesto, cabalmente razonable.

Si la política fuera realmente el arte de gobernar a los pueblos y no la chapuza continua y continuada con la que nos desayunamos cada día en éste nuestro país, el Ejecutivo de Rajoy, y muy concretamente usted ministro de Industria, deberían encontrar más pronto que tarde una fórmula creativa para dar solución al enorme misterio que demuestra ser el mercado de la energía eléctrica.

Por tanto, señores políticos, todos, estrújense las meninges y solucionen adecuadamente el problema que trae a mal traer las economías de los humildes consumidores de luz eléctrica, que en número se cuentan por millones.

Por último, ministro Soria, con la continuada escalada que con tanta frecuencia seguimos soportando, no será extraño que sin mucho esperar, con candiles y velas nos veamos.

Piedras Blancas, a 30 de Septiembre de 2.013

José Antonio GUTIÉRREZ GLEZ.