Caso... es un caso
En recientes fechas, y en otras ocasiones anteriores también, nos acercamos desde Vitoria, nuestra ciudad de residencia desde hace treinta años, al concejo de Caso para disfrutar un fin de semana de las bondades de este rincón de Asturias.
Nos atraen sobremanera su paisaje, su naturaleza y la paz que se respira entre sus montañas. No somos los únicos y comprobamos con agrado la cada vez más numerosa parroquia que hasta allí se acerca con el mismo propósito.
Pero no deja de sorprendernos la extraña tozudez de las autoridades en ahuyentar a los visitantes que, osados ellos, se atreven a internarse en este lugar de la montaña asturiana.
Y sin más dilación quiero reseñarles algunos detalles (por dejarlo en calidad de simples apuntes, a ver si alguien toma nota) que nos parecen verdaderas faltas de respeto para los visitantes, pero sobre todo para los sufridos habitantes del concejo.
Punto 1. A la entrada del centro de interpretación del Parque de Redes (Oficina de Turismo incluida) se ubicó en su día un precioso hórreo. Bien es cierto que allí sigue, pero oculto a la vista por unos paneles informativos y varios contenedores de basura. Lo que se dice un «verdadero acierto» en la disposición de mobiliario urbano. Espero que no hayan pagado, además, al «Calatrava» de turno.
Punto 2. Siguiendo instrucciones de un letrero indicativo nos acercamos a Pendones a visitar el Taller de la Madreña. Una vez que llegamos a esta localidad, observamos que tal instalación permanecía cerrada, y tras esperar unos minutos preguntamos a un lugareño. «Hay un señor que trabajaba ahí, pero como no se arregla con el Alcalde en lo del dinero, tienen eso cerrado desde hace tiempo», nos indicó.
Realmente fascinante... Señor alcalde de Caso, muchas gracias por la tomadura de pelo. Promoción turística de la zona a tope. Sí señor.
¡Ah!, y fuimos varios visitantes los que sufrimos la misma pesada broma aquella tarde.
Punto 3. Mi pregunta es la siguiente: ¿qué pecado han cometido los habitantes de este sagrado lugar para tener que soportar esas infames carreteras?
Los responsables autonómicos y municipales deberían solucionar de una vez por todas la situación actual de las comunicaciones de Caso. Desde Infiesto, por la Collada de Arnicio es una verdadera locura aventurarse si no es en un todoterreno. ¿Han pensado promocionar esta carretera como entrenamiento para la París-Dakar? Por ideas que no quede, oiga...
La salida hacia León por Tarna parece algo más transitable, pero no es para tirar cohetes tampoco. Y ya se le cae a uno la cara de vergüenza cuando al internarse en la provincia vecina le recibe una carretera formidable.
Y no hacen falta desmontes ni grandes obras de ingeniería. Con una buena capa de aglomerado tendríamos carretera para años. Para casi tantos como llevan sin arreglarse las existentes.
Espero que en Bezanes, en Tarna o en Orlé vean pronto las obras tan esperadas de acondicionamiento de la red viaria. Para que así dejemos de pensar que lo de Caso... es un caso. ¡Carretera ya!
Seguiremos yendo a Redes, al Tabayón de Mongayu, al Valle del Ríu Mediu... y disfrutando de vuestros pueblos y vuestra gente. Gracias a todos los que, a pesar de las dificultades, trabajan para que nos sintamos tan a gusto. Nos dejáis con ganas de volver. Hasta pronto.
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