¡Bien, bien, requetebién!
Subtítulo: En favor de la política proteccionista del Principado respecto al salmón
Destacado: Algunos siguen pretendiendo dejar a su suerte a tan noble y formidable pez
Hace unos días, creemos recordar que fue concretamente el sábado día 28 de septiembre de 2013, en el canal autonómico de la televisión del Principado de Asturias, tuvimos la ocasión de ver, un poco de pasada, un estupendo reportaje sobre el último conteo de salmones en los ríos asturianos, en el que de manera un tanto fugaz, porque entramos en sintonía en aquel mismo momento, se daba cumplida información acerca del número total de peces controlados por los funcionarios y pescadores que colaboraron de forma meritoria en esta importantísima labor que la Administración de Pesca asturiana viene llevando a cabo al final del verano desde hace unos cuantos años, con una sola interrupción producida en una de estas pasadas campañas, que no vamos a citar para que nadie se vea identificado en sentido negativo. Como dice el refrán: agua pasada no mueve el molino.
La cifra total de salmones ascendió a unos 3.700, más o menos, siendo el Sella el que albergaba en aquellos momentos casi la mitad del cómputo global, con cerca de 1.700 ejemplares, cifra que aparentemente puede parecer excelente, pero que una vez más vuelve a poner de manifiesto el declive salmonero de nuestra región, y ello a pesar del criterio esgrimido por algunos aficionados, que, lejos de ponerse en guardia e instar a la Administración a reforzar las medidas proteccionistas para salvaguardar la especie, reincidían en la necesidad de que por parte de aquélla se abriese la mano para aumentar los cupos de captura por parte de los aficionados.
No vamos volver a reincidir una vez más en cuál es el criterio que defiende la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial en lo concerniente a la protección y conservación de las poblaciones de salmón atlántico en los ríos asturianos, porque es de sobra bien sabido por todos. Lo único que nos mueve en este preciso instante es mostrar la enorme satisfacción que hemos sentido al ver y escuchar las palabras de la señora directora de Biodiversidad y Paisaje del Principado de Asturias, quien en un ejercicio de sensatez y profesionalidad manifestó a las cámaras la necesidad de continuar la misma política conservacionista emprendida en la campaña de 2010 por la Administración asturiana, haciendo compatible de esta forma que todos los años puedan seguir quedando salmones en los ríos asturianos con las lógicas aspiraciones de los pescadores, que son las de continuar teniendo la oportunidad de poder «pelearse» algún día con el más emblemático, noble y formidable pez de cuantos viven en las aguas dulces asturianas, que algunos siguen pretendiendo dejar a su suerte, esperando que sean los otoños los que permitan seguir «llenando» de salmones los ríos asturianos, en claro alarde de comportamientos irracionales que sólo pueden anidar en mentalidades más cercanas al «Equus africanus asinus» que al «Homo sapiens erectus». Por estos motivos, desde aquí aplaudimos con fervor tanto a doña Serafina como a doña María Jesús, su inmediata superior en la jerarquía política de la Administración de Pesca asturiana. Con actitudes como las que están en su ánimo, el salmón seguirá pudiendo ver la luz al final del túnel, que es lo que deseamos con la máxima ilusión y lo que nos da fuerzas para demostrar nuestra satisfacción y exclamar a los cuatro vientos: ¡Bien, bien, requetebién! Ése es el camino, el mismo por el que lleva transitando la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial desde hace mucho tiempo.
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