La Nueva España » Cartas de los lectores » El cambio nos da esperanza

El cambio nos da esperanza

7 de Octubre del 2013 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

Ver a nuestros jóvenes trabajar da esperanza. No les damos ninguna oportunidad, pero, si tienen alguna, la aprovechan, y, si no la tienen, no cejan en su empeño: aquí o al otro lado del paralelo o del meridiano. Trabajan en el mantenimiento de un hotel, en el taller de reparaciones, en la sala de masaje, en la música, o escribiendo sobre su realidad en diarios o redes sociales. Son activos en todo lo que encuentran, pero apenas los percibimos. Algunos de nuestra caduca generación, con su ciega visión, creen que todo consiste en ser la nata de la leche y que la leche debe sentirse satisfecha de ignorar cualquier otra realidad reservada sólo a «la crème de la crème». No, no sabemos mirar, los gansos se han convertido en estorninos y, si como tales descubren el trabajo asociado, serán la leche y harán mantequilla con la nata.

Mi hija está deslocalizada lejos, se ha ido el último domingo del verano, la dejé en el aeropuerto a las 8:30 de la tarde para llegar a su casa actual el martes a las 8:30 de la mañana (hora local de allá). Está feliz, se siente independiente y reconocida, pero no quería irse. Duele mucho Asturias: aquí y allá. Aquí quedamos debatiendo el sueldo de nuestros diputados como empleados públicos y vamos camino de privatizar la Ficyt para que siga funcionando con nuestro dinero. ¿Privatizaremos otras fundaciones que funcionan con dinero público o ya están convenientemente privatizadas y alimentadas con ese dinero público en el que se recrean? Para muchos lo obvio es privatizar los servicios al ciudadano como si esa fuera la única forma rentable de conseguir el servicio. Se envía el mensaje de que es imposible rentabilizar tales servicios con funcionarios de bajo costo y sueldos congelados desde que Felipe Gonzalez decidió sustituirlos por otros subcontratados sin oposición por empresas pagadas espléndidamente con dinero público, que hacen su negocio sin que el gasto público decrezca. Generosos fondos públicos pagan a las empresas privadas, y éstas a sus subcontratados una ridiculez, mientras el susodicho «empresario», sordo a todo, se enriquece al servicio de unos ciudadanos que, igual, son capaces de manifestarse a favor del sordo que se lucra a su costa declarándose sin ánimo de lucro. ¡Vamos!, que si hay intermediarios, será por algo. Si la Ficyt ha de ser privada: que inviertan en ella la «crème de la crème», que si ha de ser con dinero público, el servicio ha de hacerse con funcionarios y personal laboral de la Administración pensando en investigar para el trabajo asociado y las pymes asociadas en clúster.

Libertad e igualdad son grandes palabras, pero no somos iguales sino absolutamente diferentes. Es precisamente el espíritu de la libertad el que nos iguala, pero para ello debemos mirar al próximo y dejarle espacio para que pueda ser él mismo (como hacen los estorninos). Nuestro próximo es al que debemos dar libertad para ser, para que tenga su oportunidad de volar junto a nosotros. La forma de volar de los estorninos es una forma democrática, cada uno busca, en libertad, la dirección más adecuada, los próximos buscarán su equidistancia, pero si nadie más le sigue, los próximos le abandonaran por la mayoría, y, al solitario (o rebelde), le tocará recuperar la compañía de los próximos. Eso es el trabajo asociado: un espíritu de unión y proximidad, no exento de libertad, con el fin de buscar el triunfo en la adaptación al entorno, no se trata de liderazgos personalistas, sino de liderazgos de eficacia asociativa, dinámicos y continuos, sin la competitividad por la jefatura. Nadie es jefe de gansos, porque todos deben ser, en algún momento, jefes por el bien de la asociación. No se trata de ser servido, sino de servir a los otros. Ya es hora de cambiar: las aceras son de todos, no escupáis vuestro pegajoso chicle en ellas.

Cartas

Número de cartas: 46070

Número de cartas en Octubre: 8

Tribunas

Número de tribunas: 2087

Número de tribunas en Octubre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador