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Cataluña nunca fue una nación

15 de Octubre del 2013 - Octavio Sánchez (Oviedo)

Me acuerdo cuando se decía que España era «una, grande y libre»; una porque es una sola e indivisible; por lo tanto grande y al mismo tiempo libre, además la unión hace la fuerza. Diciendo todo esto veo que una parte de España quiere separarse sin mirar las consecuencias que pueden acarrearse a sí mismos y al resto de España aunque esta última les importa un pimiento, pues ellos están en la misma nación aunque no quieren enterarse.

Cataluña es la autonomía que quiere separarse, porque dicen que España les roba, cuando son ellos los que están robando a España con nuestros impuestos y dicen que como son una nación quieren separarse aunque lleven a su comunidad a la ruina y así colocar a sus amiguetes y familiares en la mamandurria de las embajadas y otras corruptelas, amén de otros negocios muy lucrativos para su bolsillo.

Dicho todo esto, Cataluña nunca fue una nación por las razones que voy a dar a continuación. En el siglo VI a.C. fenicios y griegos fundaron las colonias llamadas Ampurias, los romanos en el año 218 a.C. formaron Tarraco, los franceses a principios del siglo VIII expulsaron a los árabes y formaron líneas defensivas llamadas cantones o condados donde Barcelona ejerció su hegemonía.

Pedro IV era un rey culto y refinado, pero a pesar de todo su reino fue una sucesión de ininterrumpidas batallas, luchas y asedios navales. Así que en 1356 se lanzó a la guerra contra su enemigo el rey de Castilla Pedro I el Cruel, dando lugar a la guerra de los dos Pedros. Para financiar esta guerra tenía que pedir ayuda, ya que se había quedado sin un real, a las Cortes de Cervera de Urgel (Lérida); éstos no se fiaban del rey y casi a regañadientes le dieron un suculento donativo a cambio de que lo administrara una comisión de doce miembros, cuatro de los tres estados; acababa de nacer la Generalitat. Al obispo de Gerona, Berenguer de Cruilles se le considera hoy el primer presidente.

La Generalitat no fue concebida como una institución permanente. Viendo todo esto, su afán recaudatorio parece grabado en sus genes.

El condado de Barcelona se unió al reino de Aragón. Por el matrimonio de Fernando II de Aragón con Isabel I de Castilla, en el año 1479, tuvo lugar la unión de los dos reinos más importantes de la Península aunque conservaron sus propias instituciones.

En resumen, el Gobierno tiene que tomar medidas ya y dejarse de pamplinas poniendo las cosas en su sitio y aplicando el artículo 155 de la Constitución si fuera necesario, pues las leyes son para cumplirlas.

Octavio Sánchez

Oviedo

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