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Asturias; reliquias, Camino de Santiago, patrimonio...

20 de Noviembre del 2013 - Laureano Víctor García Diez

Llevamos ya muchos días, varias semanas, leyendo y escuchando hablar sobre las reliquias de la Cámara Santa de la seo ovetense. Sorprendiéndonos, un día sí y otro también, con proyectos sobre museos, centros de interpretación, exposiciones permanentes. Todos son ya expertos en la datación del descubrimiento de los supuestos restos del apóstol Santiago en el «finisterre» del mundo conocido. Administraciones, Universidad, Iglesia, asociaciones, particulares... nadie quiere perder la oportunidad de decir lo que piensa y de aportar lo que estima más pertinente, sea a favor o en contra de estos proyectos. Yo, humano y al fin y al cabo, tampoco quiero ser menos y deseo dejar sobre la mesa mis opiniones y mis reflexiones.

Hace pocos meses una persona particular, sin buscar más objetivo que devolver a Oviedo su papel primigenio en el desarrollo del Camino de Santiago, presentó ante el Consistorio capitalino un proyecto para recuperar el papel de las peregrinaciones al Salvador y para dejar claro y evidente que el rey astur Alfonso II el Casto había sido el primer peregrino y, por consecuencia, Oviedo había sido y continúa siendo el inicio de la ruta jacobea. Se logró, no sin esfuerzo, que el asunto fuera tratado en el Pleno municipal de Oviedo. Todos –uno más que otros, es bien cierto– mostraron su conformidad con lo que históricamente es inapelable, pero la mayoría del grupo político que dirige los destinos de la Vetusta clariniana declinó tomar una postura firme al respecto, al pensar que es tema a tratar por el Gobierno regional.

No hace ni tres semanas que D. Agustín Iglesias Caunedo, primer edil ovetense, ante el desplante éxito de la magnífica muestra sobre el Santo Sudario, lanzó públicamente –pienso que sin reflexión suficiente– la idea de construir un museo al respecto. Pocos días después se mudó ese proyecto por un centro de interpretación de las reliquias de la catedral ovetense, y hace nada se planteó que ese posible edificio de nueva planta en el martillo de Santa Ana se dedicara a un museo de las peregrinaciones. Ante estos planteamientos del Ayuntamiento ovetense, la voz del Gobierno autonómico tan solo indicó que ése era un asunto de la ciudad de Oviedo y que, por si fuera poco, no había dinero en estos momentos.

Ante lo uno y lo otro la Iglesia asturiana, encarnada en el señor arzobispo y en diversas voces, más o menos autorizadas, de la catedral del Salvador, dan pábulo a estos proyectos o dejan pasar, sin apenas pronunciarse, la oportunidad de dejar las cosas claras y de postularse abiertamente en temas de tanta trascendencia histórica, cultural y, si me apuran, de formación pastoral.

En medio de todo lo escrito y hablado se mezcla el Camino de Santiago como un elemento dinamizador y aglutinante de todo lo anteriormente motivado para justificar estas inversiones y estos proyectos que tan alegremente se ponen sobre la mesa, que tal fácilmente se desprecian desde un lado o se apoyan enérgicamente desde otro. La ruta jacobea por Asturias, desde Asturias, surge como la ligazón que todo lo une y que todo lo justifica, al mismo tiempo que sigue estando dejado de lado por unos y por otros de la que sólo se acuerdan en casos como éste o cuando suenan campanas de premios («Príncipe de Asturias» de la Concordia en el año 2004) o grandes títulos (el Camino del Norte es candidato a Patrimonio de la Humanidad para el año 2014).

Llevo en el mundo del asociacionismo del Camino de Santiago desde el año 1989 cuando se creó la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior, con sede en Tineo y de la que soy presidente desde entonces. En estos casi veinticinco años he asistido a miles de actividades relacionadas con la ruta jacobea en casi todos los lugares posibles de imaginar. Asturias, en aquellos primeros años, era despreciada al extremo de negarle la participación en el naciente consejo jacobeo del Gobierno central, se la apartaba de todo lo concerniente a las peregrinaciones y tuvimos que pelear arduamente para poder integrarnos en cuantos foros se fueron creando con la recuperación del camino y de las peregrinaciones. Fueron tiempos difíciles para nosotros, pero aquellos esfuerzos han dado sus frutos y hoy en día nuestros caminos (costa, primitivo y camino del Salvador) son valorados y apreciados por todos y, lo que es más importante si cabe, cada día son recorridos por miles y miles de caminantes que dirigen sus pasos, tras los que hubo de dar en su momento el rey Casto para llegar a los pies del apóstol en Compostela.

Pero si difícil fue nuestro trabajo fuera de Asturias, tampoco fue demasiado fácil dentro de nuestra región. No siempre se nos abrieron las puertas donde tocábamos. No todos los responsables políticos supieron o quisieron entender lo que demandábamos. Fueron muchas las trabas que nos encontramos en el camino –nunca mejor utilizada esta palabra– hasta llegar al día de hoy. Se crearon «observatorios del Camino de Santiago en Asturias». Se constituyeron «plataformas para el desarrollo de la ruta jacobea». Se llenaron hojas y hojas de periódico con un «centro de documentación del Camino de Santiago» en el monasterio de Cornellana, del que tantas veces se ha prometido su restauración que nunca llega. Se prometió hasta la saciedad una «escuela de peregrinos en Covadonga» y ahora, como una ocurrencia nueva, se oferta un «museo de las peregrinaciones». Por Dios, o sería quizás mejor «por Santiago apóstol», dejémonos de tanta promesa incumplida, de tanto megaproyecto inútil y absurdo y, si realmente nos interesa el Camino de Santiago y de verdad queremos que éste sirva como elemento revitalizador de Asturias y de su economía, demos un vistazo a su estado real y palpable. Hagamos un proyecto estricto y urgente para reparar el trazado físico mejorándolo en todo cuanto precisa, adecuándolo al creciente flujo de caminantes y peregrinos. Dotémoslo de un número suficiente de albergues, pero albergues dignos, donde no nos dé vergüenza alojar a los sufridos y cansados usuarios de la ruta jacobea. Hagamos una adecuado guía de los caminos de Santiago por Asturias donde se plasme la realidad de las diferentes rutas, donde se dé la información necesaria para que el peregrino llegue sin obstáculos a su meta. Promocionemos la peregrinación como un elemento cultural y religioso, sin falsas vergüenzas, sin dobles raseros y sin hipocresías absurdas. Demos un apoyo real y tangible a las asociaciones de amigos del Camino, a esos grupos de esforzados amantes de la ruta que en estos veinticinco años son los verdaderos responsables de que el Camino de Santiago por Asturias se haya colocado en el lugar que ocupa y donde siempre debió de estar.

No sigamos dirimiendo si son galgos o podencos. No nos preocupe tanto si la idea ha sido mía o del contrario. Aprovechemos lo que tenemos de una forma coherente, coordinada y realista. Señores, tenemos en nuestras manos verdaderas joyas que otros envidian y sabrían desarrollar adecuadamente. Llamémoslas reliquias del Arca Santa, Prerrománico, Camino de Santiago o simplemente patrimonio de Asturias. De una vez y por todas, desechemos ideas grandilocuentes e imposibles de alcanzar en estos momentos de recortes y llevemos adelante la realidad de las cosas. Todos saldremos ganando. Asturias saldrá ganando definitivamente.

Laureano Víctor García Díez, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior de Tineo

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