A quien corresponda de Servicios Sociales o de la Administración
Quien conoce lo que es justo y no lo practica es un cobarde
(Confucio)
Soy de Cangas. Soy cangués, pero tengo la desgracia de vivir en la calle Clarín, en el centro urbano de Cangas del Narcea, a escasos 100 metros del Ayuntamiento. Y es así porque se me hace difícil pensar que haya otros vecinos más desamparados que nosotros. Al menos y por ahora, los de los edificios nº 9, 11, 13 y 15, víctimas de una fana que ha caído sobre la trasera de nuestras viviendas el pasado 22 de enero de 2013 y que mantiene desalojados a los del número 11, pero fana que sigue dejándose al capricho de la Naturaleza, y sobre la que no se ejecuta ninguna actuación o medida ni por los propietarios de los terrenos ni por el constructor de la obra y ni siquiera por la Administración. Y ahora, con la amenaza palpable de un desalojo forzoso de los de los demás edificios aún no desalojados, se nos requiere a los vecinos para que informemos de nuestra situación a la Oficina de Servicios Sociales.
Cuando el primer contacto de una familia con los Servicios Sociales es porque le amenaza la propia Administración con el desalojo de su casa, la sorpresa inicial pronto deja paso a la indignación absoluta. Y no hay documento privado ni oficial que pueda aportarse para que ningún funcionario de Servicios Sociales pueda hacerse la mínima idea aproximada de lo que para esa familia, y en el caso concreto de mi familia, supone esa agresión:
¿En qué documento puedo recoger el enorme esfuerzo con que mi esposa y yo, sólo con las rentas de nuestro trabajo (que bien gravadas de los correspondientes impuestos van, dicho sea de paso) hemos accedido a hipotecarnos para disponer de la vivienda que actualmente habitamos con nuestros tres hijos, de 16, 17 y 21 años?.
¿Dónde puedo manifestar la preocupación de unos padres que ven cómo en un momento crucial para la formación y el futuro de sus hijos corre peligro la tranquilidad necesaria para afrontarlo porque se les puede echar de casa?
¿Hay alguna escala que pueda medir el nivel de ira que se puede generar cuando compruebas que la Administración no sólo no te ayuda en esa formación ni con una mínima beca sino que encima agrede a tus hijos negándoles la paz del hogar?
¿Cuál es el apartado donde registrar el enorme desgaste emocional que en mi planteamiento vital, laboral y familiar, con nuevos destinos y localidades a valorar, supone un desalojo forzoso del lugar dónde creías haber establecido tu hogar definitivo?
¿Dónde puedo marcar con una cruz la casilla del enojo que supone saber que en lugar de solucionar o hacer solucionar el problema la Administración se lava las manos como indigno Pilatos y nos expulsa de casa, a mi familia, y a los vecinos que ninguna culpa tenemos de lo que está pasando y bastante sufrimos ya, sin ayuda de nadie con gastarnos nuestro tiempo y dinero poniendo la demanda judicial pertinente contra los responsables?
¿Qué formato de solicitud recoge el enorme pesar de comprobar que para la Administración es más fácil actuar con rigidez implacable para con nosotros que exigir a los responsables solución al problema o ejecutar subsidiariamente una actuación de urgencia que impida desalojo y permita realojo de los ya desalojados?
¿Ha necesitado 10 meses la Administración para recabar información y quizás darse cuenta de que en los edificios de mi calle que amenazan con desalojar vivimos 40 familias, más de 130 personas, y que ese desalojo sin solución de ejecutar obra alguna no hace más que agravar nuestra situación?
¿Cuántas -o acaso cuáles- familias de Cangas deben verse afectadas por un problema de esta magnitud para que se actúe y se ponga fin a una pesadilla como la que nosotros estamos viviendo?
Una máxima hipocrática recuerda al médico que ante el enfermo, primun non nocere. Es aplicable al caso. Y si además no vas a dar solución con más motivo. Por lo menos no hagas más daño. Pero dejarlo morir, abandonándolo y mirando para otro lado aún es más grave. Y acarreará consecuencias.
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