El poco valor de la fidelidad
Recientemente se han publicado los precios para los abonos del Real Oviedo de la temporada 2009-2010, los cuales en los abonos más modestos (cinturón azul) se incrementan en un 50%, a no ser que se presente un nuevo socio, a cuyo caso el aumento es del 20%. Desde luego algo más que el IPC, entendible hasta cierto punto por el cambio de categoría.
No me parece mal que se pida a los socios colaboración para incrementar el número de abonados al club, pero entiendo que, primero, para realizar esta acción se han de tener abonados, algunos con más de 50 años (oro), a los cuales como único reconocimiento se les impone la insignia en el antepalco, y otros con 25 años (plata), que, según declaraciones anteriores, son los que han mantenido al club a subsistir y con un sentimiento unánime de no abandonar al Real Oviedo en Tercera.
Desde luego, a partir de la transformación de los clubes en sociedades anónimas se está viendo que las gestiones de los equipos desde su parte directiva han tomado la única dirección de figurar por tener dinero para comprar acciones y hacer entender a todos que de mi capa hago un sayo y aquí se hace lo que yo digo, que para eso soy el accionista mayoritario. Es cierto que el abonado no tiene más derecho que pagar, aceptar lo que propongan deportivamente y callar, pero de todas formas tendrían que pensar (los accionistas mayoritarios) que si en este momento han expuesto su dinero en un proyecto deportivo es sobre la base de que primero, y cuando no existían las SAD, ya eran abonados y siguieron a pesar de todo siéndolo, porque no querrán negar que hay que tener unos sentimientos hacia el club muy profundos para no abandonarlo como llegaron a realizar más de 10.000, entre los que se encuentran hasta los que quisieron hacerlo desaparecer y actualmente son accionistas de referencia después de ponerle toda clase de zancadillas para que no perviviera.
En definitiva, que no estoy pidiendo ni suplicando un detalle de parte del consejo de administración, pero sí reivindicándolo, aunque esto será como gritar en el desierto, pues lo único que estoy seguro que importa es salir a la palestra después de terminar la campaña de socios y decir "hemos conseguido" tantos o cuantos abonados, sacando pecho porque el director de la campaña ha acertado con la estrategia sin pensar en las bases, que nunca han abandonado, con el dinero que siempre han tenido que pagar al Real Oviedo en Tercera.
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