La Nueva España » Cartas de los lectores » Actitudes y respuestas

Actitudes y respuestas

28 de Octubre del 2013 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

Llevo treinta y seis años realizando funciones docentes (en la Administración) como instructor de formación profesional permanente ocupacional para la empleabilidad de las personas en una especialidad formativa muy específica tecnológicamente, cuyos incondicionales dicen: «la oleohidráulica mueve el mundo». (Lo llevo haciendo sin ningún reconocimiento como funcionario docente desde hace 29 años; por lo de siempre). En ese tiempo he constatado que lo que prima (y téngase en cuenta que la media de edad de mis alumnos es de 30 años) es la monitorización como modelo de eficacia, frente a la conceptualización y la instrucción. Esto es así desde aquel exabrupto de hace 30 años (seguramente interesado y tanteador) del presidente de una asociación de empresarios: «esto está bien para mis hijos pero no para mis trabajadores», hasta la recurrente actitud de una parte (llamativa) del alumnado que, en contra de lo que debería ser, no asiste para procurar aprender porqués, sino para aprender memorísticamente trucos, formulas mágicas, y brujería; y, claro, en cuanto algo requiera esfuerzo comprensivo: la equivocada es la pedagogía. Que eso sí saben, y tienen muy claro: que lo que no abarca su capacidad: ni sirve para nada, ni existe. (Algo que pasa hasta en los mejores Ministerios; por lo de siempre). Ni siquiera se dan cuenta de que tal actitud menosprecia vocación y oficio; o, sí se dan cuenta, pretenden liderar una revolución contra el esfuerzo de comprender en grupo, grupo que (como remedo de la sociedad y mayoría silenciosa) nunca quiere adquirir la voz cantante y se adapta a lo más fácil: guardar silencio sin involucrarse. Como el cuello de botella por el que pasa el progreso de un territorio es, precisamente, esa capacidad del capital humano para tener una actitud crítica constructiva (no destructiva) e interpretativa de la realidad siempre cambiante que es el progreso (innovando con vocación y oficio); lo no plausible es que el territorio acabe sin recursos, descapitalizado, y sin cabeza.

No ha sido siempre así. Hace 36 años comencé mi trabajo en otro territorio donde la mitad de mis alumnos estaban (empleados) trabajando con la tecnología en cuestión, y la otra mitad (desempleados) ya había trabajado con ella. Su actitud era fantástica, y motivaba: querían saber por qué funcionaban las cosas. Estaban hartos de verlas funcionar, desmontarlas y montarlas (esos trucos ya no tenían magia alguna para ellos); ahora querían saber los porqués conceptuales y todas las destrezas cognitivas que había detrás de cada componente, circuito y esquema. Aprendíamos todos de todos: tanto de las argumentaciones y razonamientos (con vocación y oficio), como de las experiencias que los alumnos relataban y a las que había que dar explicación. Hoy, ese territorio que siguió progresando con su capital humano, quiere distanciarse y soltar el lastre; pero se equivoca. Como también se equivocan los que, aquí, ni siquiera se proponen cambiar de actitud. Después de tantas prodigiosas reformas educativas y formativas, sólo nos queda lo obvio y razonable por realizar: mirar al Marco Europeo de Cualificaciones y ver sus ocho niveles profesionales: cuatro superiores del programa de Bolonia: doctor, máster, graduado y técnico; y cuatro medios: oficial de primera, oficial de una ocupación, ayudante, y peón. Pero, seguro que por obvio y razonable, el INCUAL va a decir que no es inteligente. Porque no estamos dispuestos a abandonar nuestros prodigiosos programas formativos, lo diga PISA para adultos, o Europa. No estamos dispuestos a que la FP permanente tenga contenidos diferenciados de la FP inicial; ni que los contenidos de la FP inicial sean sólo específicos hacia el grado universitario. Y, como no se acepta la existencia de contenidos diferenciados, desaparecen (por inexistentes ni demandados) los contenidos en destrezas cognitivas de la FP permanente. Ignorantes, de esta forma, no se completa correctamente ninguna de las dos líneas: ni la académica, ni la de la empleabilidad. Acabamos sin respuestas correctas para progresar; y, sin progreso, ni siquiera habrá preguntas.

Cartas

Número de cartas: 46080

Número de cartas en Octubre: 18

Tribunas

Número de tribunas: 2087

Número de tribunas en Octubre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador