Endeudarse en manos socialistas
Nos hemos enterado en estos días, aunque algunos lo hayamos seguido en directo, como la mayoría ahora de facto, entre socialistas-comunistas y magentas (estos últimos un hibrido entre socialistas, y populistas) daban un cheque en blanco por valor de catorce mil millones de las antiguas pesetas para que el gobierno socialista tenga una oportunidad más de seguir endeudando a los asturianos, sin que estos sepan a ciencia cierta el por qué y el para qué.
Pocos son los que pueden afirmar que el endeudamiento crediticio sea malo en sí mismo. Pues no deja de ser este un medio para la consecución de un fin que debe de ser, tanto extraordinario, como coyuntural, rentable y finalista en tanto que beneficioso para el prestamista como para el prestatario.
En el caso que nos ocupa, al menos lo será para el prestamista; pues para el prestatario, es decirl Gobierno socialista de Asturias, no se le conoce el uso que de este dinero extraordinario tiene en mente emplear. Solo conocemos, quienes estaremos obligados a sufragar el principal más los intereses, que ésta es una facultad que otorga el Gobierno de España al de Asturias. Lo demás, es un desierto al desconocimiento.
Por ello, y porque la experiencia histórica así lo ha demostrado, endeudarse bajo gobiernos socialistas es empobrecernos todos un poco más cada día. Y eso bien lo saben la mayoría de los españoles, que democráticamente los han apeado masivamente de la mayoría de las Instituciones, con la única excepción de Asturias y Andalucía, debido al mal uso en unos casos; al desconocimientos en otros; y a la corrupción en casi todos, cuando del uso del erario público se trata.
No habiendo creado jamás riqueza, si han invertido en ideología. Que si no da riqueza a una nación, si favorece los intereses de partido, y asegura ganancias electorales, cuando estas se producen. Pues hoy, no está al uso la revolución en las calles, y si, en las aulas. Por eso, agrandan el Estado, hasta que este, se convierta en el papá, en el paraguas, en el protector, de los ciudadanos, con lo que logran crear una clase aristocrática, que solo vive del erario público, terminando por confundir, el Estado del bienestar, con el solo hecho de ¡estar bien! dejando a otros que piensen, dirijan y repartan, no en razón al merito o a la capacidad. Si no a la necesidad, hasta en lo más simple.
Si alguien propusiera, clara y abiertamente, que a menos Estado más individuo, la sociedad volvería a retomar las sendas de su destino, con derechos como no- pero con obligaciones, hoy ya en desuso. Asumiría para sí, el papel connatural que le es propio, y despojaría al Estado, del manto protector, que nunca cubre del todo al individuo, pues si se abriga por arriba, siempre se destapa por abajo. Y viceversa.
Aunque por razones, distintas han obrado con coherencia, tanto el Partido Popular, como Foro, al negarse a engordar, la deuda asturiana, sin conocer, como digo, el por qué y él para que, independientemente de la legalidad o ilegalidad del proyecto en sí mismo. Pues el dinero en manos, de quien no sabe utilizarlo - como es el caso - es una irresponsabilidad a la que no pueden contribuir, como así hizo, la oposición en la Junta General del Principado. Otra cosa distinta diremos, cuando se sepa, el destino, real del prepuesto extraordinario de endeudamiento, que tan sibilinamente han colado, el resto de la Cámara. Pero el gato escaldado, por intuición del agua caliente huye. Y eso es lo que nos pasa a la mayoría.
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