Solo ante el peligro
Lo está hoy Javier Fernández, como Gary Cooper, al retirarle su apoyo IU y UPyD, todo ello fraguado, al parecer, por Rosa Díaz, desertora del PSOE con un mono de Moncloa que no puede ocultar. Esta Rosa temprana, que nos ha salido rana, está siempre al quite de poder ser una alternativa de gobierno –y de conseguirlo, claro–, como ya demostró en aquella vergonzosa puya entre los dirigentes de Foro y PP, Álvarez-Cascos y Mercedes Fernández, durante más de dos meses, sobre quién de los dos sería el presidente del Gobierno del Principado, importándoles un rábano Asturias y su grave situación económica. Y en este tira y afloja, con nuestra comunidad al pairo, paralizada y expectante, es cuando la fragante Rosa de UPyD, que estaba al acecho, decide dar su apoyo al PSOE. Y ahora, con la monserga esa de la Ley electoral –que nadie quiere y que hay que cambiar, sí–, la susodicha viene ahora y, del brazo de IU, retira ese apoyo, y la muy mandona y osada pide que se convoquen elecciones. Mira que tiene morro la tía.
Javier Fernández, serio, honesto y responsable, todo un ejemplo en nuestra cuestionada clase política, dice que no habrá comicios –a los que otros van a «comer»– y que seguirá gobernando en minoría contra viento y marea. Hombre, esto no deja de ser una buena lección, sí, para el presidente de Foro, que pasó por lo mismo y hoy está en la oposición que él mismo se buscó, dejando en la cuneta a sus defraudados seguidores. Bueno, otro tanto le vino a ocurrir a la presidenta del PP, con la consabida pérdida también de electores, engañados, y también en la cuneta. Bien es cierto que, en este caso, Rajoy es el verdadero responsable de tal desaguisado político, que motivó la escisión del PP en Asturias, todo un escandalazo, y a que Cascos fundara su propio partido. Todo ello dio lugar a que aquí, en Asturias, se rompiera el partido que un día fundara Fraga, Alianza Popular, que sus dirigentes han impopularizado con su ruptura, en la que mucho influyeron cuestiones íntimas y personales. Curiosamente, entre gallegos anda este juego político: uno que crea y otros que destruyen. Si don Manuel levantara la cabeza, a todos iba a correr a gorrazos. A Rajoy, el primero.
Javier Fernández, a diferencia del funesto y acabado Rubalcaba y demás líderes en lucha interna por la Moncloa, siempre ha sido respetuoso con sus adversarios políticos, sin cabida en él la demagogia y agresividad verbal. Y en cuanto a su forma de gobernar, a pesar de la feroz oposición que le vienen haciendo quienes le quieren sustituir, la crisis y sus consecuencias, creemos que nadie lo podía hacer mejor. Por todo ello, y como unas elecciones ahora serían una verdadera y costosa locura, lo obligado entonces es agotar esta legislatura lo mejor posible para todos. Y si los dos socios de gobierno le han retirado su apoyo, que sea la ciudadanía quien lo haga, de la forma que proceda y se crea –uno, ya lo hace ahora aquí–, porque Asturias está ante todo y sobre todo. Y todos con ella, querida y bendita tierra.
Ideologías e intereses políticos aparte, unidos todos hagamos un frente común por una Asturias mejor, con un futuro prometedor, con recuperación de trabajo e ilusiones. Y la paz.
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