Mel vuelve a Tremañes
Tenía sólo 4 años. Era feliz junto a los suyos: padres, abuelos y familiares. Pero también los vecinos de Tremañes, los de los comercios y los bares, los médicos, farmacéuticos, maestros, párrocos, compañeros del cole... y los que en su memoria luchamos para que eso no vuelva a ocurrir, quienes en su recuerdo pusimos algo tan simple como una firma. Aun los que no llegamos a conocerle, hoy podemos considerarnos también suyos, y creemos en lo que nos cuentan quienes le conocieron como nadie. Sabiendo cómo son ellos, podemos hacernos una idea de cómo era él.
Tenía sólo 4 años pero ya sabía lo que era luchar por vivir.
Hasta aquí hablé en pasado, y aquí empiezo a hacerlo en presente y futuro. Porque se que vives, Mel. Un día te conoceré. Quienes tanto te quieren volverán a estar contigo y esta vez para siempre, en un lugar mucho mejor que no alcanza la imaginación. Por eso lo pintamos de formas absurdas, niños con alas y dando saltitos de nube en nube. Lo pintamos así porque no podemos ni imaginar como es en realidad. Tú ya lo sabes. Sé que hoy nos estás sonriendo desde ese lugar. Nos ves y nos oyes, aunque no nosotros a ti. Sé que a quienes peor lo están pasando por tu ausencia les ayudarás a salir de ésta, y a nosotros para saber cómo podemos ayudarles. Ahora tú eres más sabio que nosotros porque estás muy cerca del maestro de maestros. Sé que les mandarás la fuerza que necesitan y que llevas más de 4 años demostrando.
Pero te echamos mucho de menos. Por eso desde la Asociación de vecinos San Juan Bautista, también tuya, tuvieron la buena idea de que tu nombre vuelva a Tremañes para quedarse siempre. Y ahí estará ese nombre, en el lugar frente a tu colegio, que tan bien conoces. Ellos tomaron la iniciativa e hicieron la propuesta a los que poseen la autoridad para decir sí o no. Y dijeron que sí. Por eso participan el día 22 de noviembre junto a nosotros inaugurando tu paseo, junto a tu casa, la mía y la de quienes te quieren. ¿Que te parece?. Pasaré ratos en ese lugar en adelante. Pues ya estuve y te sentí cercano. Me ayudaste a que me sintiera bien, más relajado, mejor. ¿Magia?. No. Realidad. La de que tú vives.
Pensaré en ti y en que te conoceré un día. Tú ya me conoces. Ahora sabes que la vida aquí sólo es un segundo, dentro de una eternidad que será gloriosa. La tuya no ha llegado siquiera a cumplir ese segundo, pero algún dia eso ya no tendrá importancia.
Hasta pronto, Mel.
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