Carta abierta a las secciones sindicales de HC Energía
Después de un año leyendo, entre la incredulidad y el desánimo, las innumerables notas informativas con las que las secciones sindicales habéis ido contándonos al resto de empleados las vicisitudes varias (vuestra versión sobre ellas) de la negociación del segundo convenio colectivo de grupo, me pregunto quién nos está representando a los trabajadores que no pertenecemos a ningún sindicato. Me pregunto dónde ha quedado la preocupación por «el total de la plantilla» que vendéis cada cuatro años cuando mesa a mesa regaláis llaveros para solicitar el voto que os mantenga en el sillón. Entonces sí escucháis la voz de todos los empleados. En ese momento sí os interesa el voto de todos. En ese momento sí nos necesitáis, sí nos escucháis. Pero a la hora de negociar el convenio, a la hora de decidir la aceptación o no de la propuesta empresarial, la asamblea la hacéis únicamente entre vuestros afiliados, de modo que los que no os pagamos una cuota mensual, en el momento más crucial para nuestros puestos de trabajo, no contamos en absoluto. No existimos. Nadie nos representa. Y por si fuera poco, la asamblea la planteáis para la firma de la peor propuesta que ha hecho la empresa desde el inicio de las negociaciones, la peor sin ninguna duda. La única que incluye una rebaja sustancial para todos los trabajadores. ¿Por qué ésta sí la habéis intentado llevar hacia adelante y ninguna de las anteriores, con mejores condiciones, os interesaba? Quizás alguien, desde fuera, pueda pensar que una rebaja idéntica para todos es lo más ecuánime, parece lo más justo. Si no fuera porque las condiciones de los trabajadores son tan distintas que convierten esta rebaja en poco más que una anécdota para los trabajadores más veteranos y en casi una tragedia para los más recientes. Casualidad o no, la inmensa mayoría de todos los que estáis legitimados para negociar mi futuro laboral pertenecéis al colectivo históricamente más beneficiado en sus condiciones laborales y, casualidad o no, la única propuesta empresarial que habéis considerado aceptar es la que deja peor parados a los compañeros con menores salarios y menos beneficios sociales dentro del colectivo. En esta época de dificultades económicas tan notables en toda la sociedad, vuestra mayor preocupación ha sido no tener que permanecer durante 20 minutos al día más en vuestro puesto de trabajo. Nótese el hecho de que he evitado decir «no tener que trabajar 20 minutos más al día», sino «permanecer en vuestros puestos» porque todos sabemos que lo primero no siempre va relacionado con lo segundo. Para intentar que vuestra jornada laboral no se viera aumentada en 20 minutos más al día sí nos pedisteis colaboración. Necesitabais quórum en las manifestaciones. Pero para aceptar una rebaja de salarios para todos, que a algunos nos compromete casi la comida de nuestras familias, ni siquiera os molestáis en preguntarnos. No contamos. No pagamos cuota, no estamos afiliados, no os seguimos el juego, no os damos pábulo, así que no existimos. Personalmente, considero que me habéis vendido. Habéis vendido mis complementos salariales a cambio de mantener vuestra ya de por sí privilegiada posición dentro de este colectivo. Habéis considerado firmar la única propuesta que hace aún mayor la horquilla que nos separa. Habéis negociado desde el egoísmo más absoluto, cerrados en banda a hablar siquiera de cualquier propuesta que no os permitiera perpetuar las algodonadas condiciones laborales de las que disfrutáis. No estáis negociando mi convenio. Estáis negociando vuestro convenio.
Irene Miranda Fernández. Administrativo de Compras en HC Energía, Las Vegas (Corvera)
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