Cinco contra el calvo
Desde hace tres semanas recibo diariamente variadas versiones sobre el anuncio de Loterías y Apuestas del Estado: en las redes sociales, en sms, whatsapps, blogs, páginas de tendencias y periódicos. En todas partes podemos encontrar estas reinterpretaciones, algunas de ellas brillantes, de diferentes momentos del anuncio del sorteo de navidad.
Es difícil pasar por alto el corrosivo humor español, algo que sigo sin poder explicar con precisión a mis amigos en el extranjero y que mezcla el ingenio, la picardía y un punto de mala baba subido de tono. En cuestiones de humor en este país no hay misericordia.
Haciendo acto de contrición, reconozco que me he reído con muchas de ellas, pero sinceramente me da igual los cientos de críticas, chistes y montajes sobre los cinco personajes públicos que protagonizan el anuncio.
Lo que ya no me hace tanta gracia es que por vaya usted a saber el motivo, se han gastado una barbaridad en hacer un anuncio que ha logrado ser el centro de todas las conversaciones de estas últimas semanas por insulso y de mal gusto.
Todavía no he visto ningún chiste con "el calvo de la lotería" susurrándole a Monserrat que a él le han pagado los cuatro años que le quedaban de contrato sin ni siquiera abrir la boca.
Y donde digo le han pagado, quiero decir le hemos pagado, que Loterías y Apuestas del Estado está gestionada por el Ministerio de Economía y Hacienda, ese que somos todos a la hora de recaudar pero no a la hora de gastar.
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