Irrepetible Fernando Argenta
La música en nuestro país, a pesar de los genios que ha dado, con frecuencia ha sido muy denostada. Conmueve hablar de alguien como Fernando Argenta, que acaba de morir demasiado joven por culpa de una de esas enfermedades crueles que por supuesto nadie se merece. Él, un hombre bueno, en el mejor sentido de la palabra, nos ha dejado joven y ya alejado de la pantalla de la que fue prematuramente jubilado.
Hijo del director de orquesta, Ataúlfo Argenta, Fernando es responsable de la afición de muchos de nuestros jóvenes ya que su infancia les hizo encontrarse cada sábado con un Fernando Argenta en estado puro, presentando esa joya de la televisión que era "El conciertazo, en TVE. Maravilla que debería figurar en los anales de la buena docencia musical.
La música debe volver --tiene que volver-- a las escuelas y debe, asimismo, volver a los programas de radio y de televisión. Fernando Argenta era consciente de ello y su labor resulta impagable. Era, además, extraordinariamente afable y desbordaba cortesía. La cultura brotaba por todos sus poros, pero él no quería ser un presuntuoso especialista, sino un humilde comunicador. Únicamente alardeaba de su amor por la música. Tampoco se consideraba importante, solamente la música lo era, y los niños, que deberían abrazarla, y disfrazarla como quien disfraza con un azucarillo un jarabe poco dulce para el catarro.
No podemos olvidarnos del gran Fernando Argenta, porque cada mañana de sábado ha sido el gran animador de muchas familias españolas. ¡Qué país podríamos construir dando a personas como él la importancia que de verdad merecen!
Por desgracia, se nos ha ido excesivamente pronto Fernando Argenta, un comunicador inagotable. Pero, no obstante, ahí sigue vivo, como puede verse en los breves homenajes que le están realizando en los informativos estos días, danzando como un niño chico en el escenario, disfrutando ampliamente con su amor por la música clásica.
Irrepetible Fernando, hoy, lamentablemente la música llora tu muerte. Pero, sábete, que absolutamente todos te seguiremos recordando por mucho tiempo. Descansa en paz. Como bien te mereces.
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