Del proceso productivo
Los proyectos de futuro dentro de la sociedad parecen ir orientados a generar «personas» cada vez más productivas pero menos dadas a pensar y reflexionar. Puesto que cada vez hay menos subvenciones para el teatro y se apuesta cada vez menos por las humanidades desde la educación y entre ellas se encuentra el estudio de la Filosofía. Por otra parte, se está tratando de impedir las manifestaciones y expresarse libremente. Por lo que uno entiende que se pretende acabar con todo aquello que puede representar un problema al que gobierne, como todo espíritu crítico, capaz de razonar, manifestarse y que pueda generar disconformidad. Pero con ello estaremos anulando a la persona, su lado creativo, su autenticidad, su originalidad, como con todos aquellos capaces de aportar algo novedoso, una capacidad de inventiva y ser capaces de plantear preguntas y buscarse posibles respuestas. Entre las intenciones de no plantear problemas desde el seno de la sociedad se pretende que generemos la mayor riqueza posible y resultemos todo lo productivos que se pudiera. Olvidando, claro está, un lado muy humano como son los valores, los rasgos distintivos de las personas, impedir ser nosotros mismos y enriquecer con nuevos enfoques y planteamientos todo aquello que vendrá establecido. Algo parecido a olvidarnos de quienes somos, a estar alineados y ser herramientas «eficaces» del proceso productivo.
David Piquero Soto
Langreo
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